En China se informó hace unos años sobre un crimen muy extraño y macabro.
La policía de la provincia de Shandong arrestó en su momento a 11 hombres por allanar tumbas de mujeres y vender los cadáveres para ‘matrimonios fantasma’
Un caso fue el de una joven de Cangzhou (al sur de Pekín). Doce años después de que se suicidara, sus restos desparecieron de su tumba.
Según medios locales, el viudo de la mujer contacto a la policía porque fue a visitar la tumba de su mujer y encontró la sepultura abierta y una una zanahoria de gran tamaño en el ataúd vacío.
Después de investigar el caso, las autoridades determinaron que los padres de la fallecida estaban detrás del secuestro.
La madre de la fallecida confesó que había obtenido 80.000 yuanes (casi 12.200 dólares) de una familia de aldeanos de la misma prefectura a cambio de los restos de su hija.
Acto seguido, en la aldea, donde un joven soltero había muerto por un accidente de tráfico, se ofició una macabra ceremonia ‘nupcial’ que unió a los dos muertos en presencia de los familiares de ambas partes.
Según los medios locales, los padres de la joven también contaron que se que se vieron obligados a actuar así, porque la familia del marido había trasladado otras sepulturas de esta parcela particular a un cementerio nuevo, mientras que la de su hija permanecía allí sola.
“Si no puedo mover su tumba, tengo que sacarla de allí”, pensó el padre.
Tras conocer los hechos, la Policía no abrió causa alguna, como pedía el viudo, aunque tampoco explicó formalmente su inacción.
Un ‘oficiante de bodas’ de la aldea aseguró a un reportero que investigó los hechos que no se trata de un caso aislado. Los lugareños, le dijo, “se esfuerzan en organizar este tipo ceremonias para sus seres queridos fallecidos”.
En este territorio cercano a la capital china, estos matrimonios entre muertos se perciben como enlaces reales y requieren una decoración específicas, como un ataúd rojo y flores del mismo color.