Según informes de autoridades de Australia, varios estudiantes chinos en la isla están formando parte de una banda criminal.
Los estudiantes, con un historial “extraño” detrás de ellos, se ven obligados a fingir sus propias muertes, al tiempo que sus familiares son extorsionados por los autores intelectuales de esta nueva estafa.
Lo están llamando “secuestro virtual”, y ya han sido identificados 8 estudiantes como víctimas de dicho delito. La cantidad conocida de los daños que estas familias tuvieron que pagar fue de aproximadamente $ 2.3 millones, según informes policiales.
La dinámica de cada caso es asombrosa: uno de los padres pagó un rescate falso de $ 1.4 millones para su hija, mientras que una familia se reunió para recaudar $ 14.000 para su pariente de 22 años, comunicando su terrible estado a través de WeChat. Todos estos fueron ubicados de forma segura y asegurados por la policía.
Según los informes, las víctimas quedan “traumatizadas por lo ocurrido, creyendo que se han puesto a sí mismas y a sus seres queridos en peligro real”, dijo el comisionado asistente, Peter Thurtell.
Estos estudiantes son principalmente aquellos en una posición muy alta y responsable en la comunidad australiana-china. Los estafadores encuentran a estos estudiantes llamando a números aleatorios, hablando en mandarín para identificar correctamente a los objetivos de sus víctimas. Luego, los estafadores continúan haciéndose pasar por miembros del notorio Gong-An, o la policía china.
Se les hace creer que han sido condenados por un delito desconocido, amenazándolos con expulsiones y posibles castigos a sus familiares chinos. Como la policía o simulan ser la embajada o un consulado en la región australiana, donde luego se les hace tomar una decisión grave por sus crímenes.
Su técnica para engañar a estos estudiantes es tan sofisticada que no tienen más remedio que creer que el caso es válido.
Si las víctimas buscan el número de teléfono de la persona que llamó en Internet, coincidirá con el número de la policía china o la embajada, dijo el Dr. Lennon Chang, profesor titular de Criminología en la Universidad Monash de Australia. Según los informes policiales, divergen de las siguientes maneras: Primero, que las víctimas transfieran dinero ellas mismas.
O dos, se ven obligados a hacerlo, como lo muestra el caso anterior, al fingir su propio secuestro para permitir que sus familias sean extorsionadas por dinero.