Estás tratando de perder peso y has hecho todo lo que puedes imaginar: no comer postre, disminuir los carbohidratos, comer solo vegetales, etc.
Pero simplemente no tienes los resultados que deseas. ¿Por qué no estás perdiendo peso?
Bueno, como probablemente sospechas, es porque no estás haciendo las cosas del todo bien. Aunque a las dietas de moda les gusta vendernos la pérdida de peso como algo que es muy fácil con cambios mínimos, la pérdida de peso es un compromiso que requerirá algo más que pequeños cambios en tu dieta.
Tendrás que hacerte preguntas sobre tu estilo de vida, cómo vives y qué estás dispuesta a cambiar en tu vida. ¿Estás durmiendo lo suficiente? ¿Bebes mucha agua? ¿Cuántas frutas y verduras comes a diario? ¿Qué hábitos te están impidiendo perder el peso que deseas?
Aunque no podemos ayudar a facilitar la transición, podemos mostrarte los malos hábitos que te impiden perder el peso que deseas. Hay una tonelada de investigación que se ha dedicado a identificar qué nos ayuda y qué nos impide quemar esas calorías extra.
Echa un vistazo a estos 10 malos hábitos que están demorando tu pérdida de peso:
Comer tarde por la noche
Todos hemos pasado por esto, solo estás tratando de relajarte y mirar algo en Netflix. Tu estómago gruñe y miras el reloj. Claro que es pasada la medianoche, pero no puedes irte a dormir con el estómago vacío ¿no? Vas a tu refrigerador y encuentras algo que debería ser bueno para ti. Una buena barra de chocolate o tal vez incluso un poco de helado.
Foto: arizonafoothillsmagazine.
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Lamentablemente, pequeños trucos como este nos pueden retrasar en lo que respecta a la pérdida de peso. Mientras duermes, tus funciones corporales, incluido el metabolismo, se vuelven más lentas. Esto significa que la comida tiene una mayor probabilidad de convertirse en grasa y aumentarás de peso.
Lo mejor es evitar los bocadillos en el medio de la noche, pero si realmente necesitas comer algo, siempre debes elegir frutas y alimentos bajos en calorías.
Un mal horario de sueño
Foto: Quartz
Puede ser difícil mantener un horario de sueño adecuado ya que todos tenemos vidas ocupadas. A veces no podemos acostarnos hasta mucho después de nuestro horario normal y nos levantamos a horas increíblemente diferentes todos los días. Esto no solo nos hace sentir cansados y perezosos, sino que también tiene un efecto en nuestra pérdida de peso.
Foto: flickr/Ansel Edwards
Un estudio encontró que aquellos que están privados de sueño tienen un 55% más de probabilidades de ganar peso que aquellos que tienen un horario de sueño más riguroso.
Otros estudios han encontrado que las alteraciones en el sueño en realidad pueden afectar el equilibrio de las hormonas del apetito que determinan qué tan hambrientos estamos durante el día.
Siempre asegúrate de dormir lo suficiente e ir a dormir y despertar en el mismo horario.
El mito “bajo en grasa”
Foto: MDK Online
Actualmente cada tipo de comida tiene alguna variante que tiene “bajo contenido graso”. Seguramente esos tienen que ser buenos para ti, ¿verdad? Bueno, en realidad no. Por extraño que parezca, los alimentos etiquetados como “bajos en grasa” generalmente solo ahorran unas pocas calorías.
Foto: Harvard Health Publications
La grasa es en realidad un nutriente necesario en los alimentos que comemos. O al menos, los tipos de grasas saludables. Los buenos tipos de grasas se pueden encontrar en los aguacates, las nueces, los huevos enteros e incluso el yogur completo en grasa. Estas grasas no se almacenan en el cuerpo y ayudarán a tu sistema digestivo.
Estás comiendo demasiado rápido
Foto: dreamstime
¿Recuerdas cuando eras niño/a y tu madre te regañaba por comer demasiado rápido? Bueno, ella tenía razón. Esto no solo habla de buenos modales, sino que los estudios han demostrado que, hay más beneficios en comer lentamente que te ayudarán a perder peso más rápido.
Foto: Pinterest
La Universidad de Rhode Island llevó a cabo un estudio que encontró que aquellos que comen más despacio, consumirán un tercio de lo que comen los más rápidos.
Así es, simplemente disminuyendo la velocidad con la que comes, podrías estar consumiendo mucha menos comida.
Es mejor pensarlo de esta manera: tu estómago no le dirá a tu cerebro que está lleno durante al menos 20 minutos, por lo que si comes demasiado rápido estará lleno mucho antes de que tu cerebro lo sepa.
Tienes que moverte, muévete
Hay demasiados estudios que prueban que comer bien y hacer ejercicio regularmente pueden ayudarte no solo a perder peso, sino también a no recuperarlo. Si te preocupa el tiempo, recuerda que solo se necesitan alrededor de 20 minutos de ejercicio al día para ayudarte a perder peso.
Foto: ISTOCK/MILAN ZEREMSKI
No solo esos 20 minutos te ayudarán a perder peso, sino que también podrás tomarte un descanso del estrés de la vida diaria.
No te saltes el desayuno (o cualquier comida)
Foto: Pinterest
Probablemente hayas escuchado que reducir tu ingesta de calorías te ayudará a perder peso. Sin duda, la forma más lógica de hacerlo es omitiendo las comidas. Bueno, no.
Foto: Pond5
Si omites las comidas, tu cuerpo lo sabrá y volverá más lento tu metabolismo. Esto te permitirá tener energía durante todo el día, pero aumentarán las posibilidades de comer en exceso al final del día.
Tus platos son demasiado grandes
Foto: Getty Images
Es probable que esto te haga enfadar un poco, pero escúchanos.
Los estudios han encontrado que el 90% de las personas obesas piden platos más grandes cuando ordenan comida.
¿Cómo se relaciona esto con el aumento de peso? Bueno, es un elemento psicológico, si tienes un plato más pequeño, la cantidad de comida parecerá mucho más que si miras la misma cantidad en un plato más grande.Tu mente pensará que no es suficiente comida, pero es puramente psicológico.
Foto: JEFFREY HAMILTON/GETTY IMAGES
Entonces, si tienes platos grandes en casa o si estás pidiendo algo, siempre solicita los platos más pequeños. Si todavía te encuentras con hambre, siempre puedes volver por más, pero esto te ayudará a ralentizar tu alimentación y ayudar a tu mente a saber que es suficiente comida.
No estás bebiendo (suficiente) agua
Foto: Andres Rodriguez / Fotolia
Si te encuentras bebiendo refrescos o bebidas con sabores dulces más que agua, entonces no vas a perder peso. Beber solo dos refrescos al día puede aumentar tus posibilidades de aumentar de peso en un 33%. Por no hablar de la cantidad de azúcar en una lata de refresco. Claro que sabe bien, pero si tu objetivo es perder peso, es posible que tengas que dejar el refresco de lado.
Foto: i1. wp. com
Al igual que reducir el tamaño del plato, también puedes perder peso simplemente bebiendo dos vasos de agua antes de cada comida.
La Universidad de Utah descubrió que simplemente beber dos vasos de agua antes de cada comida ayudaba a las personas a perder un 30% más de peso que aquellas que no lo hacían.
No son cambios radicales en tu dieta, solo un plato más pequeño y beber dos vasos de agua te ayudarán a sentirte lleno/a más seguido y perderás peso más rápido.
El estrés y la ansiedad = Comer
Foto: shutterstock
Controlar tu estrés puede ser muy difícil y muchos recurren a la comida. Cuando comemos alimentos que nos gustan, a menudo nos sentimos mucho mejor. La fuente de tu sobrealimentación en realidad podría ser emocional más que cualquier otra cosa.
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La Universidad de Alabama descubrió que quienes comen como respuesta al estrés o la ansiedad, tienen 13 veces más probabilidades de tener sobrepeso que aquellos que no lo hacen. Esto puede ser algo difícil de cambiar, pero si puedes crear un nuevo hábito para ayudar a aliviar el estrés y relajarte, puede que hayas encontrado la clave para perder peso. Los buenos hábitos para esto pueden ser, salir a caminar, beber agua o simplemente masticar un chicle.
Alcohol
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A todos nos gusta ir a casa, relajarnos y abrir una cerveza después de un duro día de trabajo.
Desafortunadamente, la “barriga cervecera” es una realidad y existe por una buena razón.
El alcohol contiene el doble de calorías que proteínas y carbohidratos. ¿Qué significa eso exactamente? Significa que el alcohol no te dará energía, solo ganarás calorías que no son más, que relleno.No te llenarán ni te darán ningún valor nutricional.
Foto: Pinterest
No solo eso, sino que el alcohol también juega un papel importante en la ingesta excesiva.
Probablemente se te antoja algo de comida cuando sales a beber con los amigos.
No eres solo tú. Un estudio descubrió que el alcohol puede activar la región del cerebro del hipotálamo, lo que aumentará nuestros sentidos, pero también nos hará más propensos a desear alimentos incluso si no tenemos hambre.El alcohol puede ayudarnos a relajarnos de vez en cuando, pero es mejor limitar su consumo tanto como sea posible.
La pérdida de peso segura no es exactamente emocionante y algunos de estos cambios son muy difíciles para muchos de nosotros, pero una vez que comiences a perder peso, la motivación vendrá, ya que verás los resultados por ti mismo/a.
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