Jeffrey Kendall es un joven que es muy admirado por el increíble parecido que tiene a los príncipes de Disney, tiene miles de seguidores por su atractivo tan especial, pero su historia es aún más interesante pues antes de lograr este aspecto, Jeffrey pesaba cerca de 120 kilogramos, su autoestima se encontraba por los suelos debido a un estado de depresión.
Esta crisis surgió 3 años antes cuando vivía con su madre con quien tenía una relación muy cercana. Ella tuvo una lesión cerebral muy grave y en ese momento Jeffrey tenía 23 años, a esa edad le fue muy difícil superar toda esa preocupación por su madre.
Todo ese tormentoso proceso de enfermedad de su madre duró cerca de 7 meses, tenía que apoyarla en todas las terapias y la rehabilitación, no se ocupaba de él en lo absoluto, en el momento del incidente Jeffrey ya pesaba 100 kilos pero durante este trance subió 20 kilos más. Todo lo que pensaba de la vida se había transformado al igual que su aspecto físico, pero un día un amigo cercano cambió su vida.
Se trataba de uno de sus mejores amigos que conocía desde que era pequeño, alguien muy cercano y que acudió a él porque su novia lo había dejado y se encontraba igual de triste, pero en lugar de someterse a la autodestrucción optó por hacer algo positivo para sentirse diferente y le pidió a Jeffrey que le ayudara acompañándolo al gimnasio.
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Parecía una petición muy sencilla, algo muy fácil de cumplir, pero sin querer esta decisión cambió el rumbo de su vida.
“Comencé gradualmente, poco a poco, hasta que el ejercicio se volvió parte de mí. Todos los días entrenaba y lo hacía escuchando a los Beatles. No obstante, cuando empecé a practicar yoga, fue el momento en el que aceleré notablemente mis resultados. Perdí hasta 13 kilos en tres meses”.
Jeffrey descubrió que una buena alimentación también comenzó a ser parte fundamental de su vida, lo que contribuía a hacerlo sentir bien, él declaró:
“Tener una buena dieta es lo más importante para perder peso. Es mucho más fácil motivarse a no comer una galleta que correr kilómetros. Dicho esto, no soy estricto en mi dieta y sólo trato de contar mis calorías y vivir con cierto grado de moderación. Una de las cosas que aprendí es que lo que comes puede ser tan importante como lo que no comes”.
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Después de 3 años de cuidados y buena alimentación Jeffrey perdió más de 40 kilos y actualmente luce genial, muchos incluso lo comparan con algunos príncipes de Disney, especialmente con Tarzan por su cabellera que siempre ha conservado. En la entrevista que le hicieron declaró con mucho orgullo:
“Me siento muy bien al ver las recompensas de lo que han sido años de trabajo. He tenido largas batallas con la confianza y la autoestima y estas cosas no desaparecen por arte de magia, pero siento que al menos puedo mantener la cabeza en alto y ser igual a la persona que está frente a mí”.
Este joven es un ejemplo de determinación y valentía al cambiar por completo su vida y darse una oportunidad de vivir mejor, su transformación es la prueba de que las limitaciones las ponemos nosotros mismos.
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