Tenemos que estar concientes de que la mayoría de las cosas que vemos en Internet no son reales.
Algunas son más falsas que otras, pero quien navega por la web debe estar atento para identificar lo real de lo que no lo es.
Lo mismo pasa con las fotografías que se publican en Instagram; algunas chicas usan más que solo los filtros de esta aplicación para sentirse perfectas.
Con programas como Photoshop y otras herramientas de edición de fotos, los usuarios pueden modificar su cuerpo para hacernos creer que son espectaculares. Hasta cuando sabemos que es imposible que alguien se vea así, terminamos frustrándonos por no lucir igual.
Las imágenes falsas pueden tener un efecto terrible en los seres humanos, especialmente en las niñas, quienes se obsesionan con su apariencia desde temprano.
Las diferentes culturas siempre han honrado a la mujer como algo bello, no es necesario que todas luzcan iguales y con modificaciones imposibles. Lo hermoso de cada mujer es que ninguna es igual a otra.
El “Body Shaming” siempre ha sido parte de nuestra sociedad, es lo que llamaríamos “burlas por tener kilos de más”, que logra que las personas con sobrepeso no se quieran ni ellas mismas. Hemos creado un mundo en el que la mayoría de las personas se pasan la vida mirándose al espejo y odiándose por su aspecto.
Incluso hay casos de autolesión. Y los trastornos alimenticios se encuentran en la parte superior de los problemas que pasan la mayoría de los suicidio. A las personas les resulta difícil soportar tanta burla hacia su cuerpo y simplemente deciden terminar con todo.
Sin embargo, actualmente hay chicas que decidieron salir de las sombras y denunciar todo lo que la industria de la moda afecta a nuestra autoestima y empiezan a llenar los medios de comunicación. Han comenzado a gustarles como se ven. Han comenzado a sentirse bien en su propia piel.
Gracias a varias de estas valientes personas, los demás están empezando a abrir sus ojos y dejado de lado las críticas a su propio cuerpo.
Así es como se ve Callie:
Callie Thorpe y Diana Sirokai son modelos talla grande que han alzado su voz contra el uso de la tecnología para volver a alguien increíblemente hermoso.
Así es como se ve Diana:
Estas dos modelos participaron en una sesión de fotos para mostrarle a los demás cómo Photoshop juega drásticamente con la realidad y editaron las tomas para que Diana y Callie parecieran modelos delgadas.
Diana y Callie antes de Photoshop:
Diana publicó las fotos del antes y después en su perfil de Instagram, diciendo que se veían geniales en ambas imágenes. Agregó que participaron en las fotos solo para mostrar a las personas cómo los medios y las revistas llevan la edición a un nivel que casi nadie imagina posible.
Diana y Callie después de Photoshop:
Están vendiendo mentiras y la gente las está comprando. Las celebridades y los modelos no se ven tan perfectas como creemos y es hora de mostrar su verdadero rostro, concluyó Diana.
¿Qué piensas? Seguro querrás decir algo sobre esto y tus amigos también deberían ver este artículo para que de una vez por todas entendamos que la perfección es otra a la creemos.