Muchas cosas en la vida son imposibles de predecir, incluso nos podemos llevar sorpresas de cosas que no imaginamos, muchas veces pensamos que somos dueños de nuestro destino pero hay situaciones que se salen de nuestro control o entendimiento.
Algo así pasó a una mujer que tuvo una experiencia que jamás había pensado, algo inesperado y que le hizo ver la vida de otra manera.
Una de las decisiones de pareja que tomaron Nicole y Matthew Ziesemer fue que no se adelantarían a saber el sexo del bebé hasta el día de su nacimiento, querían recibir la sorpresa cuando llegara al mundo su hijo, pero lo que no sabían es que esta interrogante sería mucho más grande de lo que pensaban.
Los Ziesemer contrataron con anticipación a una especialista pues deseaban tener a su hijo de manera natural y que el parto se realizara en casa, pero de pronto sus planes cambiaron pues a Nicole se le adelantaron las contracciones y esto significaba un riesgo tanto para ella como para el bebé.
Un bebé prematuro en estas condiciones era imposible de atender por la partera, pues no contaba con los medios necesarios para hacerlo sin riesgo, por lo que tuvieron que acudir a un hospital. Fue hasta ese momento que los orgullosos padres iban a conocer a su bebé y si sería niña o niño.
Nicole empezó el trabajo de parto hasta una espera de 40 largas horas, en ese instante le aplicaron la inyección epidural, parecía por momentos que todo esto no terminaría, pero la espero valió la pena cuando por fin vieron a su bebé, una linda y sana niña.
Fue después de recibir a su pequeña y justo cuando los médicos se preparaban para suturar a Nicole, que todos recibieron una increíble sorpresa, algo que nadie esperaba.
Como los Ziesemer habían planeado que su embarazo y parto fueran completamente por métodos naturales y no se habían hecho estudios previos, jamás supieron que iba a suceder al momento del nacimiento de su bebé.
El médico después de recibir a la bebé, dio un salto de sorpresa al darse cuenta de que aún había otro bebé por recibir. Una segunda criatura aún no había nacido.
Nicole nunca se percató que estaba esperando gemelos porque jamás se había hecho un ultrasonido. Un hecho insólito que nunca se imaginaron que sucedería y que les dejó una gran experiencia.
Es imposible, controlar todo en nuestra vida, siempre habrá algo que cambiará el curso de las cosas y solamente nos queda enfrentarlo.
¿Tienes alguna historia como la de los Ziesemer? Háznosla saber y comparte esta experiencia con tus amigos.
¿Qué piensas de este artículo? ¡Por favor deja tus comentarios debajo!
¡No te olvides darle like a la página para leer más notas como ésta!