Los padres de Mikey Marotta llevaban muchos años buscando la manera de poder darle un hermanito, pero tenían problemas de fertilidad, incluso tuvieron que vivir la terrible experiencia de un aborto espontáneo.
El pequeño Mikey soñaba con poder jugar con un hermanito pero Jessica, su madre, estaba a punto de darse por vencida pues pensaba que ella y su esposo Michael no podrían cumplir el deseo de su hijo.
Mikey de 6 años, se puso muy triste desde que una noche su madre le confesó con lágrimas en los ojos que su sueño no pudiera cumplirse, estaban a punto de darse por vencidos.
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Pero la suerte cambió de pronto para la familia Marotta en el verano del 2017, al recibir la noticia de que Jessica estaba nuevamente embarazada. Esta familia de Massachusetts, Estados Unidos, no podían esperar el momento de contarle esto a su hijo pues era uno de sus grandes sueños.
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Jessica relató cómo fue este bello momento, cuando Mikey supo que tendría un hermanito:
“Cuando Mikey se enteró, lloró y estaba muy contento, pero nunca se sorprendió ni se emocionó cuando supimos que era un niño. Me dijo: Obviamente voy a tener un hermanito; es lo que pedí”.
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Incluso Michael, su padre, comentó del entusiasmo y alegría que siempre mostraba su pequeño y de la manera en que esperaba y se preparaba para recibir a su hermano:
“En Halloween, mientras jugaba truco o trato, habló de todos los disfraces que podría usar con su hermanito el año que viene. Tenía tantos planes que cada vez que tenía dos cosas o algo nuevo decía: Voy a guardar este otro para mi hermanito”.
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Lo que no sabía Mikey es que desafortunadamente su hermano enfrentaría complicaciones pues nacería nueve semanas antes de lo programado y por esta razón tendría que permanecer 60 días en una incubadora. Jessica fue diagnosticada con restricción de crecimiento intrauterino y por ello la estuvieron monitoreando en el hospital por varias semanas para evitar complicaciones o daños al bebé.
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Fue por este tratamiento a Jessica que finalmente Jake pudo nacer a través de una cesárea de emergencia en el mes de marzo. Para cuando Mikey pudo al fin tomar en sus brazos a su hermanito, Jake tenía tan solo 11 días de nacido y pesaba menos de un kilogramo, pero el momento en que Mikey vio a su esperado hermano fue tan emocionante que el personal del hospital no pudo quedar indiferente y rápidamente avisaron de este momento tan especial al padre para que captara este momento y él, en el acto, tomó esta bella imagen.
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Las redes sociales en poco tiempo comenzaron a compartir esta hermosa imagen, pues resulta un momento genuino donde el amor y la esencia de hermandad son evidentes. El abrazo de su primer encuentro es realmente emotivo.
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Queda muy claro que nunca hay que darse por vencidos y que los deseos tan profundos de Mikey demuestran que las metas no son obstáculos sino etapas que hay que enfrentar con valentía y paciencia. Un momento realmente bello que quedará para siempre en sus vidas.
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