Eructar es algo cotidiano y natural, sin embargo hacerlo con mucha frecuencia se convierte en anormal.
Si sientes que eructas más de lo normal ¡presta atención! Tu cuerpo puede estar tratando de decirte algo.
Como primera medida, hay que determinar la forma en que comes. Si siempre comes con prisa, es probable que ingieras demasiado aire junto con los alimentos; ya que el sistema digestivo se deshace de ellos al eructar. Si te encanta masticar chicle, también puedes experimentar el problema de eructos.
Para tratar este problema, tómate tu tiempo, mastica bien los alimentos y presta atención a estás 8 cosas que pueden estar pasando en tu organismo:
Ingieres comida muy pesada.
Existen tipos de alimentos que contienen carbohidratos complejos que toman más tiempo en ser digeridos. Es por eso que, terminan generando ese gas excesivo en el estómago y causan eructos frecuentes. Dichos alimentos son: frijoles, repollo, espárragos, brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
Indigestión.
Si no logras digerir adecuadamente los alimentos, estos permanecen en los intestinos y se fermentan, causando eructos malolientes. Si este es el caso, prueba beber té de hinojo o té con jengibre, de esta manera el problema se solucionará.
Reflujo gastroesofágico.
El eructar de forma crónica puede indicar que algo anda mal dentro de tu organismo y el reflujo puede ser una de estas cosas. Esta situación provoca eructos en exceso y requiere de tratamiento médico.
Intolerancias alimentarias.
Este padecimiento viene acompañado con hinchazón, calambres estomacales y eructos malolientes. En estos casos, puede tratarse de una enfermedad celiaca o sufrir de intolerancia a la lactosa.
Úlcera péptica.
Eructos en exceso, hambre frecuente e hinchazón pueden ser indicadores de una úlcera péptica. Esta enfermedad significa que los jugos digestivos dañan el revestimiento del estómago y el duodeno (un segmento del intestino delgado).
Giardiasis.
Se refiere a una infección del intestino delgado, causada por un parásito transmitido mediante el agua Giardia lamblia. Si padeces esta infección dentro de los síntomas tenemos: gases frecuentes, distensión y eructos.
Gastritis.
Esta enfermedad puede causar eructos anormales. Además, causa indigestión y acidez estomacal, náuseas, heces oscuras, dolor abdominal, hipo.
Gastroparesia.
Esta patología se refiere a que los músculos del estómago están demasiado débiles y no pueden contraerse bien, por lo que la comida se mueve más lentamente en el sistema digestivo de lo que debería.
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Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.