Durante un evento religioso de “Christ for the Nations”, Rich Cushworth conoció a su emujer Mercedes Casanelles, en Dallas, Estados Unidos.
La pareja cuenta que fue amor a primera vista. Se casaron y Mercedes (Mercy) quedó embarazada, sin embargo, tuvo que regresar a su país, El Salvador, pues la visa que tenía era temporal. Por otro lado, Rich esperó en los Estados Unidos la llegada de su hijo.
Tal vez, su instinto maternal, le decía que ese no era su hijo. Sin embargo, no pudo argumentar su sospecha, por lo que terminó aceptando al bebé como suyo.
El tiempo transcurrió y Mercy seguía con la duda: “Este no parece mi hijo”. Después de un par de meses seguía preocupada y decidió realizarse una prueba de ADN. Los resultados confirmaron sus sospechas: Jacob, no era realmente su hijo.
Mercy siempre lo supo, sin embargo, era muy difícil aceptarlo.
A pesar de que el niño no era su hijo biológico, la pareja llegó a tener fuertes lazos de amor con ese bebé. Sin embargo, ambos debían hacer lo correcto, debían devolver al pequeño a sus verdaderos padres. No obstante, la pregunta era: ¿Dónde estaba su verdadero hijo? Se trasladaron al hospital y hablaron con el personal para tratar de resolver el inconveniente.
Mercy exigió que se le hiciera una prueba de ADN a todas las madres que dieron a luz en ese hospital entre los días 19 y 22 de marzo; luego de las investigaciones, el hospital devolvió al pequeño Jacob con su verdadera familia y Mercy y Rich recuperaron a su bebé biológico.
Sin embargo, tenían otro problema: el gobierno salvadoreño se negó a reconocer a su hijo biológico como suyo, y no le dieron partida de nacimiento; también, se negaron a proporcionarle un pasaporte para poder viajar a EE.UU.
Regresaron a casa con su hijo Moisés en brazos.
