Dos hombres de Oklahoma son acusados de realizar una cirugía ilegal de reasignación de sexo a una joven trans que viajó desde Virginia bajo la promesa de que el procedimiento sería gratis.
Al menos uno de los acusados del sangriento crimen se declaró así mismo como un “caníbal”, reconociendo que tenía la intención de comerse los órganos que removió de su víctima. Bob Lee Allen, de 53 años de edad, y Thomas Evans Gates, de 42 años, enfrentan cargos de conspiración para realizar una cirugía sin licencia, mutilación y agresión con un arma peligrosa.
Ambos fueron arrestados el pasado 15 de octubre cuando acudieron a un hospital en McAlester con la intención de visitar a su víctima. “Es algo con lo que jamás en mi carrera nos hemos encontrado. Sabemos que hay muchos rumores por ahí, pero en este momento no hay peligro para el público”, dijo el alguacil Rodney Derryberry, destacando que el crimen no está relacionado a ningún culto.
De acuerdo con la Oficina del Alguacil del Condado de Le Flore, la víctima viajó desde Virginia a Dallas y desde ahí fue llevada a una cabaña apartada en un bosque al sureste de Oklahoma el pasado 12 de octubre. Pero, la víctima se encontró con un “quirófano” improvisado dentro de la cabaña. Allen, quien dijo ser caníbal, fue el encargado de realizar la “cirugía” y Gates fue quien ayudó entregando el equipo.
La víctima relató que la remoción de sus órganos sexuales duró alrededor de dos horas y todo ese tiempo la mantuvieron despierta, pues solo le pusieron anestesia “en las áreas necesarias”. Al terminar, Allen le dijo a la joven trans que se comería sus partes. “Se rió y dijo que era caníbal”, declaró la víctima en una declaración jurada.
La misma declaración señala que Allen le dijo a la chica que tenía “seis clientes más en camino” y que tenía un refrigerador con partes de cuerpos humanos. Los acusados mantuvieron a su víctima en la cabaña hasta el día siguiente, cuando decidieron llevarla a un hospital porque no dejaba de sangrar.
Durante el camino, le dieron instrucciones para que dijera que ella misma se había hecho las heridas y le advirtieron que si se desmayaba o moría en el camino la arrojarían al bosque. Sin embargo, el caso llegó a la policía el 14 de octubre, luego de que los médicos denunciaron “la cirugía” tras escuchar el terrorífico testimonio de la víctima.
Para el 15 de octubre, agentes registraron la cabaña y encontraron una bolsa de plástico con lo que “parecían ser testículos” dentro de un congelador que estaba en uno de los dormitorios. La víctima relató que contactó a Allen por medio de un sitio web, mientras estaba buscando temas en línea relacionados al cambio de género.
Tras contactar a Allen, este afirmó tener 15 años de experiencia en las cirugías de cambio de género, que grababa el procedimiento para uso personal y que en el caso de ella la “cirugía” no le costaría nada. Allen y Gates fueron acusados en el Tribunal de Distrito del Condado de Le Flore. Ambos permanecen detenidos con una fianza de $290,000 cada uno.
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