Una enfermera alemana fue acusada de envenenar a cinco bebés prematuros con morfina.
Los bebés, con edades entre un día y un mes, estaban en el Hospital Universitario de Ulm en el Sur de Alemania cuando empezaron a experimentar dificultades para respirar potencialmente mortales en la mañana del martes.
La sospechosa estaba trabajando su turno en el hospital esa mañana, por lo que fue arrestada. Ahora está siendo investigada por cinco cargos de intento de homicidio culposo y lesiones corporales graves, aunque ella niega las acusaciones.
Al revisar los casilleros del personal los investigadores encontraron una jeringa con leche materna entre las posesiones de la enfermera, la cual al ser analizada se reveló que estaba contaminada con morfina. Por suerte, todos los bebés sobrevivieron y la policía indicó que no esperan que sufran más problemas de salud.
Al comienzo, las autoridades del hospital sospecharon que se trataba de una infección, y las pruebas de orina descartaron esta teoría, revelaron que había rastros de morfina en los cinco bebés aunque el medicamento no se le había recetado a ninguno. La morfina se usa en los departamentos neonatales para tratar a bebés de madres con adicción a las drogas, los cuales presentan síntomas de abstinencia tras su nacimiento.
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