Esto ocurrió en Inglaterra, cuando un hombre llamado Craig McGettrick estaba ayudando a arreglar el jardín de su vecino, cuando de repente escuchó una serie de quejidos.
Tras mover un par de plantas encontró cinco pequeños cachorros aparentemente recién nacidos. Su madre no estaba cerca, así que asumieron que habían sido abandonados por humanos.
Por lo tanto, Craig y algunos amigos los envolvieron en toallas y decidieron llevarlos a un refugio.
Craig compartió fotografías de los tiernos animales en su Facebook, sin embargo afortunadamente recibió un mensaje muy extraño de una mujer llamada Beccie.
Beccie le preguntó si los cachorros los había encontrado en un agujero cubierto con algo y Craig admitió que sí, pero no entendía qué relación podría tener eso con el bienestar de los perros.
La mujer le explicó que esos animales no eran bebés de perro, sino de zorro.
Varios tipos de zorro dejan a sus crías solas en las madrigueras por muchas horas, mientras investigan los alrededores, pero siempre regresan.
Craig y sus amigos se aseguraron de reparar este terrible error:
“Tuvimos que parar de darle comida a los bebés zorro para que lloraran por su mamá. Los pusimos exactamente donde los habíamos encontrado, ya que ella los estaría buscando. Creo que cuando sacó al primero supo que estaban a salvo y espero que anocheciera para llevarse al resto”, finalizó.
Él sabía que los cachorros tenían que ser devueltos a su hogar lo más rápido posible, antes de que la madre regresara. De lo contrario, la zorra podría pensar que sus crías se perdieron y continuar su camino.
El hombre se quedó cerca del lugar para asegurarse de que la madre regresara, y así fue.
Por suerte los bebés pudieron reencontrarse con su madre nuevamente.