Un pizzero, de 53 años, fue a reclamar los dos sueldos que le debía su jefe y el aguinaldo, y lo ejecutó de un golpe con una barreta en la cabeza.
El homicida, con ayuda de su hijastro, enterró el cuerpo de su empleado en el patio. Cinco días más tarde y ante una desesperada búsqueda, la Policía reveló el hecho y detuvo al asesino.
El miércoles, Jorge Daniel Zagari le dijo a su familia que tenía que ir a cobrar su sueldo a la pizzería de la localidad bonaerense de Ituzaingó, donde trabajaba desde hace 13 años. Desde ese momento se perdió su rastro y empezó una investigación para dar con su paradero.
El hallazgo del cadáver del pizzero Jorge Daniel Zagari se produjo la tarde del lunes pasado, en el patio de un domicilio ubicado en la calle Pérez Quintana al 3300, donde vivía el sospechoso, Luis Mieres, de 69 años, su jefe.
Familiares de Zagari contaron que el hombre residía en Merlo y era empleado en la pizzería y rotisería que funciona en el mismo predio que el domicilio de Mieres.
“Él fue a cobrar su sueldo, aguinaldo y vacaciones, y parece que hubo una pelea que desembocó en esto”, relató Florencia, la sobrina de la víctima, quien admitió que el empleador le pagaba a la víctima “lo que él quería”, por lo que ya habían tenido “problemas” por ese motivo.
El cuerpo fue encontrado en un pozo junto a una parrilla y un depósito. “Ya sabía que él estaba ahí”, sostuvo su sobrina, quien recordó que las sospechas sobre el empleador de su tío recayeron el domingo, cuando se determinó que Mieres había estado involucrado en el descarte del auto de la víctima, un Peugeot 405 bordó.
El vehículo fue abandonado e incendiado el jueves por la mañana en Merlo y por medio de imágenes de cámaras de vigilancia y testimonios se confirmó que el ahora acusado había pasado por ese sitio poco antes en su camioneta Ford EcoSport negra.
Deja tu opinión sobre el caso, y compártelo con todos.