Una ex empleada de Kentucky Fried Chicken recibió $ 1.
5 millones en daños punitivos y $ 25,000 dólares más en daños compensatorios.
Un jurado dictaminó que el franquiciado de KFC debe pagarle a la joven de 27 años, por degradarla solo porque quería extraerse leche materna.
La joven dijo que los supervisores y compañeros de trabajo de los restaurantes KFC y KFC / Taco Bell dificultaron que ella extrajera leche durante su turno y que por esto su suministro de leche comenzó a disminuir significativamente.
Los documentos revelaron que fue contratada meses después de dar a luz. Sin embargo, solo se le permitió bombear una vez durante cada turno de entrenamiento de 10 horas. Cuando lo recomendado para las madres lactantes es una vez cada dos horas.
Según la demanda, ella fue degradada de su cargo y tuvo problemas. Los compañeros de trabajo también se quejaron del porque ella tenía “descansos” para extraer su leche materna.
Ella bombeaba en un baño de una sola cabina y luego se le pidió que bombeara en la oficina del gerente. Sin embargo, había una cámara de vigilancia que no podía apagarse, según la demanda.
La joven afirmó que no podía bombear regularmente y, cuando se le permitía, rara vez tenía privacidad debido a las cámaras de vigilancia y las ventanas del restaurante.
La madre fue contratada y entrenada en un KFC antes de ser transferida a otra donde fue degradada. Sus compañeros de trabajo también trataron de subordinarla, quejándose de sus “descansos”.
Como no podía extraer su leche materna, Lampkins dijo que sufría dolores físicos. También se vio obligada a darle fórmula a su bebé mucho antes de lo planeado.
Lampkins demandó por acoso y discriminación de género a los dos restaurantes KFC de Delaware en los que trabajaba.
“Es un gran día para los derechos de las mujeres. Con la sentencia, el jurado envió un mensaje de que los empleadores no pueden tratar a las mujeres lactantes de manera diferente en el lugar de trabajo”, dijo su abogado Patrick Gallagher.
Pero existe un límite para los daños compensatorios y punitivos contra los empleadores. Según la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo de EE. UU., El límite es de $ 300,000.
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