A Theresa Greene, su trabajo como doctora le ha costado la custodia de su hija.
Todo por tratar a pacientes con coronavirus en un hospital de Miami (EE.UU.). Así lo decidió un juez, quien ha informado sobre el riesgo que tendría la menor al convivir con su madre y ha ordenado que el padre se haga cargo de la niña hasta que termine la pandemia.
“No es justo.
Es muy cruel que me pidan que elija entre mi hija y el juramento que hice como profesional”, ha expresado la doctora, después de la decisión del juzgado. La doctora señaló que pondrá una denuncia, al mismo tiempo que seguirá luchando contra el Covid-19 en el área de emergencias del centro hospitalario estadounidense, ya que, además ha informado que “no es la primera enfermedad infecciosa” a la que se enfrenta como profesional.Según explicó a distintos medios, esta madre es consciente del peligro de infección, pero también de que el personal sanitario está siendo muy cuidadoso en su trabajo. Y toma todas las precauciones posibles al llegar a casa y ver a su familia.
El magistrado a cargo del caso, Bernard Shapiro, ha informado que el fallo pretende velar por “la seguridad y bienestar de la menor”, por tanto, el tiempo compartido de la niña con su madre queda suspendido hasta nueva orden judicial.
Todo surgió a petición del exmarido de la doctora, Eric Greene, quien solicitó al juzgado la custodia de la menor, porque su madre la estaba exponiendo innecesariamente por su trabajo con pacientes contagiados de Covid-19.
El abogado de Theresa Greene, Steven Nullman, considera que este veredicto sienta un precedente muy peligroso para los trabajadores de la salud en todo el país. La doctora comentó que la Asociación Médica Estadounidense defiende que los médicos deberían poder ir a casa con sus familiares e hijos, siempre que tomen las precauciones adecuadas. En su caso, las tomaba todas. Desinfectarse antes de entrar en casa y lavar a parte toda su ropa.
El letrado ha explicado que la menor se quedaba con su padre cuando ella estaba trabajando en el hospital, y solo estaba con la madre cuando la doctora tenía días libres. “Sé que no estoy sola. Socorristas, enfermeras, cientos de personas en esta posición que, por estar divorciados, sus hijos sufren y les dicen que no pueden verlos. Es injusto”, finalizó Greene.
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