Esta ex niñera de 60 años llamada Nancy Moronez, fue detenida el viernes pasado y acusada por asesinar a tres bebés en los años 80.
Su primera victima fue en 1980, cuando su propio bebé de dos semanas había comenzado a llorar sin ningún motivo. La mujer decidió darle un baño para tranquilizarlo, lo hundió y sintió “cómo se retorcía bajo el agua“. Después lo secó, le puso pañales nuevos, lo vistió y llamó al 911. Según el diagnostico de la autopsia, el bebé había fallecido de forma súbita.
La segunda victima fue asesinada cuatro años después, cuando se encontraba cuidando a un bebé, y según el parte oficial de los médicos, había tenido una muerte súbita.
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Finalmente, su tercera victima falleció un año después, en 1985, también de muerte súbita.
Increíblemente, aunque la única relación entre los tres crímenes era la niñera, las autoridades no sospecharon de ella.
En 2015 se realizó una denuncia sobre la mujer responsabilizándola del deceso de esos niños.
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Hace tres años su hija la acusó de las muertes de esos bebés y aseguró que la primera de sus víctimas fue su propio hijo.
“No puedo cuidar a niños que lloran constantemente”, fue la declaración de la mujer de 60 años luego de que la policía la interrogara.
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Su hija declaró ante la prensa que “no podía convivir con una asesina” y que “debía pagar” por los crímenes de unos niños inocentes.