Cada vez se ven más avances en cuestión de tecnología en las investigaciones de genética.
Estas, han ayudado en gran medida a resolver algunos casos de crímenes que tienen mucho tiempo sin resolver. Prueba de esto, fue la manera en que resolvieron un caso de un asesinato de una niña de 12 años que sucedió en 1986 en Tacoma, Wahington.
El asesinato de Michaella Wells
La joven Michella Wells vivía con su familia en Tacoma y un día que salió con sus dos hermanas a al parque Puget, el día 26 de marzo de 1986, dejó a sus hermanas quienes habían ido al baño en ese lugar y ella regresó a su casa por el almuerzo que llevaría al parque, pero Michaella nunca regresó con sus hermanas.
Cuando ellas volvieron a casa, encontraron el almuerzo dentro de la casa y la bicicleta en que había llegado Michaella. A partir de su desaparición, la policía comenzó una ardua búsqueda hasta que encontraron su cuerpo, había sido violada y asesinada con un golpe en la cabeza y finalmente fue lanzada a un acantilado.
La investigación en ese momento no encontró pruebas suficientes y no encontraron al responsable del asesinato.
Y fue precisamente porque las investigaciones en los años 80, no contaban con una tecnología lo suficientemente avanzada en estudios de ADN, que había algunos sospechosos pero nada concluyente, pero a pesar de ello, se tenía todavía a la fecha, el ADN del verdadero asesino.
Hasta ese momento, el caso permanecía inconcluso, pero aún existía interés por descubrir quien había sido el responsable de aquel crimen, pues impactó a toda la sociedad, tanto de la ciudad de Tacoma, como el resto de los Estados Unidos.
Se obtuvo un perfil genético en el año 2006
Fue hasta el año 2006, que se retomó esta investigación y se realizaron estudios de tecnología en genética para descubrir más sobre el caso de MIchaella Well y lograron sacar el perfil genético en la muestra de ADN que tenían y que encontraron en el cuerpo de la niña y no coincidían con lo que había registrado la policía anteriormente.
Por este motivo, tuvieron que esperar 12 años más para descubrir una evidencia en un detalle que no habían visto. Esto ayudó a que finalmente se pudiera encontrar al culpable.
La evidencia concluyente
Un grupo de genealogistas en genética trabajaron en conjunto para descubrir pruebas concluyentes en el 2018 y lograron encontrar a algunos familiares de sospechosos del asesinato que no habían sido relacionados. Fue así que pudieron dar con Gary Hartman.
Por medio de una operación encubierta, uno de los oficiales que tenía el caso, obtuvo una servilleta con el ADN de Hartman cuando fue a una cafetería. Finalmente este fue el determinante para descubrir la relación de su ADN con el encontrado en el cuerpo de la niña.
De esta manera, 32 años después, se pudo encontrar culpable a Gary Hartman en el 2018 y ahora se tiene en espera la resolución de su sentencia. Todo esto no podía haber ocurrido sin la tecnología en genética con la que se cuenta actualmente.
Esperamos que los avances en esta materia sigan ayudando a resolver y combatir el crimen en el mundo. Algo realmente necesario.
¿Qué piensas de este artículo? ¡Por favor deja tus comentarios debajo!
¡No te olvides darle like a la página para leer más notas como ésta!