La pedicura de peces o los spas de peces han aumentado su popularidad durante los últimos años a pesar de que han sido prohibidos en muchos países debido al bienestar de los animales y las preocupaciones de sanidad.
Pero el negocio todavía está en auge en Tailandia y algunas personas están perdiendo partes del cuerpo debido a ello.
Esta turista todavía está pagando el terrible precio de su decisión de visitar un spa de peces hace algunos años.
Victoria Curthoy, de Perth, Australia, tenía solo 17 años cuando se abrió el dedo del pie con un vaso roto en 2006. Había desarrollado una infección ósea que obligó a los médicos a amputarle la mitad superior del dedo gordo del pie.
Parecía estar bien hasta cuatro años después.
Fue a Tailandia y visitó un spa de peces. Una pez-pedi consiste en remojar los pies y las piernas en un tanque lleno de peces Garra rufa, también conocido como el pez médico.
Los peces doctores son peces de agua dulce que comen piel muerta en las piernas y los pies, lo que los hace útiles en pedicuras.
Hablando sobre su experiencia, Victoria le dijo a Daily Mail: “Cuando estaba en Tailandia decidí usar un spa de peces. No pensé que hubiera consecuencias porque había visto al propietario configurar el sistema y parecía muy limpio, pero qué equivocada estaba”.
Tan pronto como regresó de su viaje, comenzó a tener episodios de enfermedad. Los médicos tampoco pudieron explicar lo que estaba sucediendo y pasó un año antes de que hicieran un diagnóstico correcto.
Victoria fue diagnosticada con osteomielitis, una infección rara y severa de los huesos.
“Terminé teniendo otra infección ósea en el dedo gordo del pie y los médicos tardaron más de un año en descubrir qué tipo de problema tenía. Cuando se dieron cuenta de lo que era, me habían comido todo el dedo del pie y había estado enferma todo el tiempo”.
Resultó que el agua del spa de peces había penetrado en su antigua herida por amputación en 2006.
Después de otro año, los médicos le amputaron el resto del dedo gordo del pie. “Finalmente decidieron quitarme el dedo gordo del pie por completo. Me sentí aliviada de poder volver a mi vida sin estar enferma a diario”.
Pero después de otro año, descubrieron otra infección. “Esta vez, los médicos tomaron el segundo dedo del pie y me dejaron con tres dedos. Estuve sana por otros dos años, pensé que era muy afortunada de tener mi pie y continuar con mi vida. Pero luego comencé a enfermarme de nuevo”.
Pasaba las mañanas vomitando y tenía fiebre, pero los médicos no podían identificar la infección.
Luego, su podólogo ordenó muestras de sangre y se descubrió que Victoria sufría de una tercera infección ósea. La llevaron a cirugía y le quitaron el tercer y cuarto dedo del pie en 2016.
Solo le quedaba un dedo del pie. Pero los médicos finalmente quitarle el meñique cuando descubrieron otra infección ósea.
¿Qué opinas sobre la pedicura de peces? Aunque no tengas una herida, suena como que es mejor no arriesgar.
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