Una chica originaria de Bahía Blanca en Argentina, un día decidió escribir sobre cómo es vivir una vida de carencias, en este texto también relata cómo es que ella pudo salir adelante y superar todos esos obstáculos que parecían invencibles, sobre todo en el contexto en el que le tocó vivir.
Mayra Arenas, tenía sólo diez años y aún recuerda todas aquellas tardes cuando solía pasear con su pequeña hermana de 6 años, Gisela. Uno de esos recuerdos de aquel tiempo era que para pasar el tiempo acostumbraban levantar envolturas de dulces, pues como no tenían dinero para comprar golosinas se conformaban con saber a qué olían y así imaginaban que los comían.
El beneficio de ser pobres.Mi vieja es una mina marginal. Toda la vida vivió fuera del sistema y ahí quedará. Por un…
Posted by Mayra Arena on Saturday, March 10, 2018
Actualmente esta chica tiene 25 años y es madre de un pequeño de 11, al que siempre ayuda para que pueda ir al colegio con lo que ella gana de un pequeño negocio de depilación.
En una de las publicaciones que compartió relata cómo era ese mundo que vivía lleno de carencias y pobreza, cómo algunas cosas se vuelven naturales en esa situación, como tener que soportar ser abofeteada por un hombre, se había acostumbrado al maltrato. Su madre era muda y vivía con otros cuatro hermanos, todos de distinto padre.
La re pegué con esta foto asique me la voy a poner de perfil en todos lados Y QUIÉN ME VA A DECIR ALGO
Posted by Mayra Arena on Sunday, March 5, 2017
Esa vida a la que estaba acostumbrada y que le parecía normal, no era la que ella quería. De esto se daba cuenta en el colegio, pues mientras sus compañeros se divertían con juguetes, ella se conformaba a jugar al ahorcado con su hermana.
Ir a la escuela en su casa no era obligatorio para ella, ni para sus hermanos, pues su madre no entendía muchas cosas, fue gracias a algunos vecinos que ella entendió que la única manera de salir adelante era por medio del estudio.
Muchas veces, ella y su hermana Gisela iban a una panadería a alimentarse de los desperdicios, recolectaban los bordes del pan que desechaban y tiraban en la basura, así sobrevivieron mucho tiempo. Otras veces no les quedaba otra opción que mendigar, pues sólo pidiendo dinero obtenían algo de comida.
Que me falte el aire para respirar, o que me falte el alma si la quiere Dios.Que me falte un año para envejecer, pero que nunca me faltes tú, mi amor.
Posted by Mayra Arena on Friday, January 2, 2015
La chica también relató que aunque muchas personas piensan que de niñas eran obligados a pedir dinero, eran ellas quienes lo hacían porque habían visto que a los niños suelen dar más dinero en la calle que a los grandes, por eso, se llevaban a sus hermanos más pequeños a mendigar.
Ya que entraron en la escuela se hicieron amigas de una compañera, ella pertenecía a la clase media y se dieron cuenta de que la vida para otros era distinta. Valoraba mucho lo que vivía su amiga porque ellas nunca habían visto lugares como el que les mostraba su amiga, tampoco tener amistades como ella. En su casa probaron por primera vez los ravioles además de todo el refresco que quisieran, para ellas eso era sorprendente.
Sé que algún día mi hijo me va a putear por esto, pero tenía que hacerlo.
Posted by Mayra Arena on Thursday, July 28, 2016
Cuando Mayra cumplió 12 años tomó la decisión de abandonar la casa de su madre, necesitaba estar lejos del hombre que vivía con ella y la maltrataba, un hombre del que no quiere hablar mucho. Fue entonces que conoció a un hombre de 30 años y se hizo su pareja.
Para las personas que viven con carencia es normal que una niña de 12, viva con un hombre de 30 años, no es ninguna sorpresa, desafortunadamente.
Al año de vivir con él, se embarazó y tuvo que dejar sus estudios, este fue un momento terrible para ella, le encantaba estudiar, era una de las cosas que la mantenían viva, pero su situación era complicada pues si sus profesoras se enteraban de quién se había embarazado, aquél hombre podría haber ido a prisión.
Mayra Arenas
Entonces tuvo que buscar un empleo, pero aquel hombre le presentó a un matrimonio de adultos mayores que le obsequiaron sus primeros libros, a Mayra le gustó tanto la lectura que no paró nunca.
Cuando cumplió los 18 años, Mayra dejó a aquel hombre y buscó un lugar pequeño para vivir con su hijo, a partir de ese momento las cosas cambiaron, todo comenzó a ir mejor. Se acercó nuevamente a sus hermanos menores y volvió a encontrarse con su madre, como su situación era mejor les ofreció su ayuda.
Esta chica es una joven que forma parte de una generación que lucha por un cambio en su país, Argentina, en donde, como sucede en muchos lugares del planeta, se viven carencias y desigualdad. Un lugar en donde se vuelve viral una noticia, solamente porque un pobre pudo estudiar. Mayra piensa que contando su historia contribuye a cambiar la forma de pensar de muchas personas.
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