Antes que nada: nada te libra de padecer cáncer de mama, ni siquiera el hecho de ser hombre.
Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.
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Sin embargo, muchos factores ayudan a la prevención, y a la reducción del riesgo. Dentro de ellos, tenemos una alimentación adecuada.
Algunos alimentos ricos en antioxidantes y otros minerales y nutrientes son muy beneficiosos para la salud en general y para evitar el cáncer de mama en particular. Estos son 4 de los más efectivos:
Aceite de oliva
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El aceite de oliva, posee una grasa saludable, que puede ser útil para reducir el riesgo de cáncer de mama.
Un estudio del 2015 descubrió que agregar 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a una dieta rica en frutas y verduras podría reducir el riesgo de cáncer de mama en un 68%.
Otro estudio, realizado a más de 3.500 mujeres, descubrió que consumir 1.5 cucharadas extra de aceite de oliva cada día se asociaba con una menor densidad mamaria y por ende, menor riesgo de contraer cáncer en este órgano.
Legumbres
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Distintas investigaciones encontraron que las mujeres que incorporan legumbres a su dieta al menos dos veces por semana tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, que aquellas que no lo hacen.
Aunque todas las legumbres son buenas, se destacan especialmente las lentejas, por su alto contenido en antioxidantes.
Té verde
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Además de sus múltiples beneficios como adelgazante, también reduce el riesgo de contraer cáncer.
Esto se debe a que es una fuente rica de antioxidantes, entre los que se destaca las catequinas.
Frutas y verduras ricas en antioxidantes
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Como venimos diciendo, una alimentación sana y rica en antioxidantes es una de las mejores recetas para estar más saludable en general y para ayudar a prevenir ciertas enfermedades, como el cáncer.
La especialista en nutrición oncológica, Alexandra Rothwell, recomienda comer verduras crucíferas (brócoli, repollo y coliflor), verduras en general (cebollas, puerros y ajos) y hongos asiáticos (shiitake, negro chino y ostra) en particular.
En cuanto a la fruta, dice: “Lo mejor es limitarse a las variedades bajas en azúcar, como las bayas, y no consumir tantas frutas con alto contenido de azúcar, como los plátanos, las piñas y los mangos”, sobre todo para mantener equilibrados los niveles de azúcar en sangre.
Fuente: La Bioguia