Un chico de 22 años de edad cocinó su pene, sus testículos y escroto y ofreció un banquete especial para cinco invitados.
El japonés Mao Sugiyama, que se describe a sí mismo como asexual, decidió prescindir de sus partes y preparar a fuego lento sus genitales. Cada uno de los asistentes pagó 250 dólares por participar de la experiencia.