¿Te has preguntado que hay después de la vida?
Mucha gente se cuestiona si existe algo después de la muerte y, de ser así, cómo sería. Para aquellos que creen en Dios, el cielo es un concepto con el que están muy familiarizados. Pero a la vez, el cielo es un lugar del que no sabemos nada.
Aunque solo podemos imaginar cómo sería, una artista llamada Akiane Kramarik se ha ganado la atención mundial desde pequeña porque afirmó haber visto lo que todos desearíamos conocer: a Dios y el Cielo.
Akiane nació en Estados Unidos y a los tres años de edad comenzó a experimentar recurrentes visiones celestiales que supuestamente recibía a través de sueños.
Fue presentada al mundo por primera vez como una niña prodigio, que comenzó a dibujar cuando tenía 4 años. Y cuando comenzó a pintar a los 6 años.
Sin embargo, el hecho de que esta niña sea capaz de pintar cuadros asombrosos no es la razón por la que la gente está tan fascinada con sus dibujos.
Sus padres se sorprendieron cuando su pequeña les dijo que tenía sueños y visiones de Dios, porque nunca le mencionaron a Dios. Siendo ateos, los padres de Akiane nunca discutieron nada en relación con la religión.
Así que imagínense cómo reaccionaron cuando una niña de 3 años comenzó a explicar sus coloridos sueños sobre el cielo y Jesús.
Sus pinturas coincidían totalmente con la visión de Jesús que tuvo Colton Burpo, un joven americano que a los cuatro años de edad estuvo al borde de la muerte durante una operación de peritonitis, ocasión en que, según él, visitó el Paraíso, lugar donde se encontró con Jesús, ángeles e incluso con dos familiares fallecidos, entre los cuales se encontraba su hermana no nata que había fallecido a los tres meses de gestación.
Cuando Colton vio por primera vez la pintura de Akiane, aseguró que ese rostro de Jesús era el mismo que él había visto durante su supuesta visita al Paraíso.
Las obras de Akiane fueron tan sorprendentes que incluso Oprah Winfrey las presentó y compartió en su programa cuando tenía solo nueve años.
Ahora, como artista de 20 años, Akiane todavía continúa pintando sobre lo que vio, que es impresionantemente hermoso.
¡Qué obra de arte tan increíblemente única!