Las plantas no poseen un sistema nervioso, sin embargo, estas reaccionan a la mordida de un insecto o animal.
La función que tiene esa reacción es la de activar un sistema de ‘defensa’, propagar y compartir el ‘dolor’ con otras plantas.
Dos biólogas de la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte, EE.UU.), realizaron un experimento en el que aseguran que “las plantas son estacionarias y no pueden escapar de los herbívoros, de manera que deben responder con defensas químicas para disuadirlos y reparar el tejido dañado“.
De esta manera, las plantas se comunican por medio de iones de calcio, permitiendoles enviar señales a larga distancia. Eso implica la necesidad también de unos canales receptores y se reveló que son activados por el glutamato extracelular, un conocido neurotransmisor en mamíferos.
Este estudio se realizó tomando en cuenta las reacciones de la ‘Arabidopsis thaliana‘, una pequeña planta crucífera nativa de Eurasia y el norte de África.
En los siguiente videos grabados por los científicos, se puede ver que la carga eléctrica, en forma de ondas de luz transmitida por los iones de calcio, se propaga desde el foco del daño hasta el resto de la planta a una velocidad de un milímetro por segundo.
Esa velocidad es mucho menor que la de las reacciones nerviosas en los animales, cuyos nervios transmiten la señal de dolor a hasta 120 metros por segundo.
Igualmente, a pesar de eso, el organismo de la planta cumple con la misma función.
El equipo utilizó unas proteínas fluorescentes para poder observar las señales a medida que se extendían por las plantas en respuesta al estrés.
El botánico Simon Gilroy, uno de los participantes del estudio, expresó en su sitio web de la Universidad de Wisconsin – Madison: “Sabemos que hay un sistema de señales sistémico y que, si hieres a la planta en un punto, el resto de la planta desencadena sus respuestas defensivas. Pero no sabíamos qué había detrás de este sistema”.
Fotos: Facebook Suci Potted Plants