Dormir es una actividad esencial en la vida diaria.
Es importante dormir 8 horas todos los días para poder realizar las actividades correctamente al día siguiente. Descansar adecuadamente es primordial para nuestro estado físico y mental, el hecho de no dormir puede traer graves consecuencias para la salud. Es por eso, cuando científicos rusos realizaron el siguiente experimento, los resultados fueron impactantes.
A finales de la década de 1940, cinco prisioneros que eran considerados enemigos del Estado por el gobierno ruso, fueron seleccionados para participar en un experimento de privación del sueño. El objetivo era utilizar pequeñas dosis de un gas experimental que supuestamente podría eliminar la necesidad del sueño en los humanos.
Los sujetos fueron aislados para que los investigadores no estuviesen expuestos al gas. Tenían micrófonos para comunicarse con ellos. Se les otorgaron libros, inodoro y comida suficiente para sobrevivir un mes completo. A los tres primeros días, todo transcurrió de forma normal, a los hombres se les daba la falsa esperanza de que si cooperaban y no dormían por 30 días, serían liberados.
Todos sus diálogos eran grabados y, conforme pasaban los días, podían escuchar cómo empezaban a divagar sobre hechos de su pasado. Cuatro días más tarde, las conversaciones que se daban eran más aterradoras. Al quinto día, los presos empezaron a sufrir paranoia, también se quejaban de las últimas circunstancias y decisiones que los llevaron hasta ese lugar.
En lugar de conversar entre ellos, empezaron a susurrar a sus micrófonos. Al parecer, pensaban que podían ganarse la confianza de los científicos traicionando a sus compañeros de celda.
Al décimo día, comenzaron los gritos. Durante tres horas seguidas, un preso corrió hacia atrás y hacia delante a lo largo de la habitación, gritando en voz alta. Luego su voz comenzó a debilitarse, lo que los doctores atribuyen a la rotura de sus cuerdas vocales. Extrañamente, los otros hombres ni siquiera reaccionaban a esos gritos.
De pronto solo se escuchaba el silencio. El día 14 hicieron algo imprevisto. Utilizaron un intercomunicador para tratar de obtener algún tipo de respuesta por parte de los presos. Les explicaron que si cooperaban, serían liberados. “Ya no queremos ser liberados”, dijo una voz muy tranquila.
A los quince días, los científicos dejaron de introducir el gas estimulante en la cámara de aislamiento y lo reemplazaron por aire fresco. Los sujetos rogaron que volviesen a echar el gas. Los soldados entraron para recuperar a los prisioneros, descubrieron que sólo cuatro de los cinco sujetos sometidos a las pruebas seguían con respiración.
La comida no la habían tocado en varios días. Había trozos de carne que faltaban en los muslos y el pecho del hombre muerto. Luego, encontraron una obstrucción del drenaje que inundaba la habitación de agua. Incluso a aquellos sujetos que todavía estaban vivos les faltaba piel y carne, tenían heridas que parecían reflejar que se habían magullado ellos mismos.
Se produjeron actos atroces de violencia cuando trataron de liberar a los prisioneros que terminaron con la muerte de otro preso en el proceso. Cuando se les preguntó por qué se comportaron de esa forma solo contestaban: “Debo permanecer despierto.” Los soldados y los científicos empezaron a disparar a los prisioneros. Sólo uno de los cinco permaneció. “¿Quién es usted?”, preguntó el científico.
“¿Lo has olvidado tan fácilmente?” preguntó el sujeto con una sonrisa. “Somos ustedes”. El científico disparó al prisionero en el corazón. Asfixiándose, el hombre pronunció sus últimas palabras: “Tan… cerca…de… la libertad.”
¿Serías capaz de permanecer despierto durante varios días? Deja tu respuesta en los comentarios, y COMPARTE la terrorífica historia.