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000 personas están siendo evaluadas, con más de 70 casos positivos de infectados hasta ahora, en una importante ciudad china que limita con Corea del Norte y Rusia. Este podría ser el inicio de una próxima segunda ola de la pandemia. Se dice que el virus se ha propagado nuevamente, desde una fuente “importada”, por un estudiante en particular que vino de Nueva York hace unos días.
La cuarentena se implementó en Harbin, la capital de la provincia de Heilongjiang, ubicada en el noreste de China, lo que hace que la ciudad sea actualmente la número uno en las cifras de brotes de coronavirus. Las autoridades dejaron en claro que harán cumplir las regulaciones de reuniones entre las personas (esencialmente prohibiéndolas por completo), ya que la población de la ciudad asciende a un asombroso número de 10 millones.
El gobierno central chino ha emitido una directiva de refuerzo, que detalla cómo los residentes, los visitantes y el tráfico entrante.
El ingreso a lugares públicos y áreas residenciales necesitaría que la persona que ingrese lleve consigo una aplicación de salud en sus teléfonos celulares, autenticando su estado como portador de no virus. A los visitantes también se les exigiría usar máscaras faciales y tomarse la temperatura en el camino.
Se prohíbe todo tipo de actividades sociales, independientemente de las ventajas personales. Todos los casos relacionados con la pandemia se colocarán en un aislamiento más severo, junto con los más cercanos. Sus vecinos también estarían aislados sin preguntas y con mayor vigilancia.
Mientras tanto, en Wuhan, el antiguo epicentro de todo el asunto, solo restaban dos pacientes enfermos al borde de la muerte.
Harbin también ha ordenado la prohibición de los expatriados entrantes o los que provienen de esas ciudades que todavía están muy afectadas por el virus. La ciudad ha ordenado 4 semanas de cuarentena pura para todos los que ingresan.
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