La familia de una chica de 15 años de edad, oriunda de Rumania, difundió en las últimas horas las llamadas efectuadas por la joven a la policía en donde solicitaba ayuda, pero fue ignorada.
La menor, apareció horas más tarde carbonizada.
Los ciudadanos se mostraron indignados por el absurdo accionar de la policía, que esperó una orden de allanamiento “legalmente innecesaria” para asistir casi 20 horas más tarde a la vivienda donde la adolescente Alexandra Macesanu se encontraba secuestrada. “Por favor, quédate conmigo, tengo miedo”, imploró la víctima a un efectivo policial en la tercera y última llamada que realizó pidiendo auxilio.
Macesanu había desaparecido el pasado 24 de julio luego de salir de su casa situada en una comuna al sur de Rumania para viajar a dedo rumbo a Caracal, a menos de 10 kilómetros de distancia. Después de ser capturada y encerrada en la habitación de una vivienda de dicha ciudad, la adolescente se las ingenió para llamar al 911 desde el teléfono del secuestrador.
Tres llamadas fueron las que realizó según su tío. En el último llamado, el oficial que la atendió afirmó que “no puede quedarse en la línea” porque “tiene otras llamadas”. “Quédate donde estás, un patrullero irá sin falta, en unos minutos”, le dijo para luego reiterar que “el auto está en camino”.
Cuando la policía llegó al lugar casi 20 horas después de la llamada y con el innecesario papel, encontraron los restos carbonizados y las joyas que llevaba Macesanu al momento de ser secuestrada. Los análisis de ADN confirmaron su identidad y también se supo que antes de morir, sufrió un calvario ya que fue violada y descuartizada.
En la vivienda encontraron los restos óseos de otra joven de 18 años de edad, Luiza Melencu, que había desaparecido en abril de este año. El sospechoso de los crímenes fue identificado como Gheorghe Dinca, un mecánico de 65 años. Si bien negó que los restos fueran humanos, después confesó ambos crímenes.
Luego de los macabros hallazgos y después de que se conocieran los audios, cientos de personas salieron a las calles de Rumania para protestar por lo que consideraron una “deficiente respuesta” policial.
Desde el gobierno de dicho país anunciaron varios despidos de alto perfil, entre ellos la ministra de Educación, Ecaterina Andronescu, que declaró que la víctima desde niña había sido instruida a “subir a vehículos con desconocidos”.
Deja tu opinión sobre el caso, y comparte la noticia con todos.