El peor mal que puede sufrir un padre es perder a su hijo.

Tessa McAllister perdió a Blayke, su bebita que sólo tenía 5 semanas de nacida. Tessa ha decidido compartir su historia con el objetivo de alertar a otras personas y que no vivan la experiencia que sufrió.

Mallory Stewart

Todo comenzó cuando su bebé comenzó a tener dificultad para respirar. Su estado de salud no tardó en agravarse. Tessa y su esposo rápidamente la llevaron con el médico que había tratado a toda su familia, el Dr. Jeffery Hans.

Su médico de confianza le dijo que su adorada hija Blayke sólo sufría de un “simple refriado”, sin embargo los padres sentían que había algo más, su instinto los tenía inquietos y le pidieron al doctor que realizará otros estudios.

La salud de la pequeñita seguía inestable por lo que el médico tomó muestras de sangre y el diagnostico no fue nada afortunado, ya que esta bebita tenía Virus Sincicial Respiratorio.  Es una enfermedad donde es necesaria la hospitalización del paciente.

Comúnmente se manifiesta de esta manera, como un “resfriado común” aunque realmente las consecuencias pueden ser fatales.

Los padres estuvieron de acuerdo en que hospitalizaran a su hija y se mostraban con mucha fe y esperanza, el problema ocurrió cuando el médico llamó al hospital.

Tessa comentó:

“Llamó al hospital mientras yo estaba con él y el hospital dijo que no había espacio para mi bebé, que estaba muriendo. “

Entonces, el médico le dijo a la joven pareja que regresaran a su casa, que no habría mayores problemas, que seguramente al día siguiente tendrían un lugar para su bebita, en el hospital que el doctor quería internarla

Tessa confiaba ciegamente en su doctor:

“Fue mi doctor por 34 años y confié en él.”

Ahora no puede superar su trauma:

“Cargando a mi hija muerta… Nunca me quitaré esa imagen de mi cabeza.”

La vida de la pequeña tuvo fin al día siguiente, cuando Tessa se dio cuenta que su bebé no reaccionaba, la tenía entre sus brazos.

“La tomé y lloré a gritos y corrí… “Por favor, Dios. No, por favor, Dios”. Y recé el ‘Ave María’ y recé ‘Padre Nuestro’. Estuve haciendo todos los rezos que me sé. “

Ella decidió compartir su experiencia porque no quiere que otras personas vivan por lo que atravesó. Recomienda a los padres siempre confiar en sus instintos por encima de las razones de cualquier médico.

Actualmente la familia McAllister espera los resultados de la autopsia, ya que desean saber las causas precisas de la muerte de su pequeña. El personal del hospital mencionó que el problema fue la comunicación, ya que su ética jamás les permitiría no atender a alguien que se encuentra gravemente enfermo.

El instinto paternal suele ser muy poderoso, ¿qué opinas de esta historia?

 

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