Meghan Markle, de 38 años de edad, está segura de que ella y el príncipe Harry están siendo “hostigados” por Buckingham y que las restricciones que se les imponen es en castigo por su retirada de la familia británica.
La duquesa de Sussex se ha quejado con sus amistades más íntimas el mes pasado cuando la Reina Isabel II les exigió de forma pública no usar la palabra “Royal” en sus presentaciones. Enfadada, realizó una fuerte declaración en la que parecía quejarse de que el palacio real los trataba de manera injusta con respecto a los otros miembros de la familia.
Meghan indicó que ella y Harry no tuvieron otra opción que emitir una declaración pública. “Destacó que son ellos los que debían sentirse insultados. Nunca tuvieron la intención de capitalizar la palabra “Royal”, y que fue absurdo insinuar de alguna manera que estaban abusando de sus privilegios”, añadió.
El príncipe Harry abandonó Canadá y actualmente se encuentra en Edimburgo, Escocia, para su último viaje de compromisos como miembro de la realeza. Meghan ni su hijo Archie, de nueve meses, fueron con él. En los próximos días la familia se reencontrará en Londres.
Harry y Meghan continuarán superando la mezquindad y los celos para concentrarse en sus proyectos y en ser los mejores padres para Archie.
Meghan cree que Su Majestad está “bajo mucha presión para hacer esas demandas sobre el cambio de nombre”, porque el hijo mejor de Carlos de Inglaterra es el “favorito de la reina y otros simplemente no pueden soportar eso”.
Meghan y Harry han emitido una declaración después de que la Reina les prohibiera usar “Sussex Royal” como marca. En el escrito señalaron con tono hostil que ni el gobierno ni la propia reina poseían la palabra “Royal”, sin embargo, dejarían de utilizar el término a partir del 31 de marzo.
El año que viene, Buckingham y los Sussex tendrán que revisar los términos de su acuerdo. El nieto de la reina Isabel II apareció en un acto de su nueva empresa de viajes ecológicos en Edimburgo, donde llegó en tren y se mostró reacio a las cámaras de los paparazzi.
Al entrar al auditorio, el duque de Sussex pidió a los presentes: “¡Solo díganme Harry!” Este gesto ha sido interpretado como deseo de mostrar la nueva vida que ha decidido iniciar en América del Norte con su mujer Meghan Markle y su hijo Archie.
En su regreso a Reino Unido, Isabel II desea que su nieto y su esposa hagan acto de presencia en el servicio religioso anual de la Commonwealth que se realizará en la abadía de Westminster el 9 de marzo. Harry y Meghan podrían participar en un concierto en el Royal Albert Hall de Londres dos días antes, en el que ya sería su último compromiso formal.
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