Es bastante difícil lograr que un bebé prematuro de 22 semanas o menos siga con vida.
Sin embargo, para el amor de una madre nada es imposible y dos años más tarde, Molli Potter abraza a su hijo quien se ha convertido en el centro de su vida. El recién nacido era tan pequeño que cabía en una sola mano.
Esta mujer de Alabama estaba embarazada de 22 semanas cuando su pequeño Cullen Potter decidió que era hora de nacer. Molli y su marido no tenían ni idea de la batalla que eso significaría. La pareja tuvo que visitar al menos 14 hospitales antes de que fueran aceptados en un centro de salud que se animara a realizarle la cesárea a esta mujer.
Todos daban la misma respuesta, eran muchos riesgos y medicamente imposible que el niño sobreviviera. De ser así, el niño necesitaría monitoreo las 24 horas del día y lo más probable era que naciera con alguna deficiencia, así que lo mejor era interrumpir el embarazo. Al menos esa era la opinión de los especialistas. Sin embargo, estos padres tomaron la decisión más valiente.
Cada vez que la pareja escuchaba esa clase de advertencia decidían salir del sitio. En EE.UU. algunos centros de salud tienen la política de no resucitar en caso de complicaciones a recién nacidos de menos de 24 semanas y eso aterraba a los padres. Finalmente, el pequeño Cullen nació el 14 de marzo en el USA Children’s and Women’s Hospital de Mobile, Alabama.
El bebé pesó 400 gramos y tenía una dura batalla por delante, sus pulmones no se habían formado así que necesitaba ayuda para respirar. Pese a todo pronóstico, el niño superó la peor etapa y luego de cinco meses en la UCI del hospital fue dado de alta para conocer por fin su casa. Ese momento fue inspirador para todos y el personal de salud decidió organizar un pequeño acto de graduación en conmemoración a la vida de este guerrero.
Molli y Petter están más que orgullosos de su hijo y les parecen increíbles las pruebas por las que han tenido que pasar. No obstante, no se arrepienten en absoluto al ir contra corriente y rechazar todas las sugerencias médicas acerca de la interrupción del embarazo.
“Estos bebés son más fuertes de lo que la gente cree. Nos ha enseñado mucho sobre lo que puede hacer”, dijo Robert Potter. Cullen ya tiene dos años y lleva una vida normal, sin tratamientos, especialistas ni ningún problema de salud.
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