El tribunal médico de Manchester ha considerado a una ginecóloga responsable del fallecimiento de un recién nacido que resultó decapitado dentro del útero de su madre.
La doctora Vaishnavy Laxman escogió el método incorrecto para el nacimiento del niño.
El informe determinó que la doctora insistió en un parto vaginal, pese a que el bebé venía de nalgas y que la dilatación de la mujer no llegaba a los cuatro centímetros. En esas circunstancias se tenía que practicar una cesárea de emergencia.
Un especialista informó al tribunal que la decapitación del bebé se generó por la fuerza ejercida al estirar de él por las piernas. Fue entonces cuando, otros dos doctores optaron por la cesárea para extraer la cabeza, que se había quedado dentro, e intentaron unirla al resto del cuerpo para que la paciente pudiera despedirse del niño.
Los hechos sucedieron en el Hospital Ninewells de Dundee, en Escocia, en marzo. La madre, que entonces tenía 30 años de edad, contó el trágico momento de aquel día y cómo los doctores ignoraron el dolor que estaba sufriendo. Los abogados de la ginecóloga se dirigieron a ella para pedirle disculpas de parte de su cliente. El tribunal decidirá si Laxman está capacitada para seguir ejerciendo.
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