Christin Blankenship quiere alertar a los padres sobre los peligros que existen en sus propios hogares, luego de que su hijo acabara con los labios a punto de reventar por la hinchazón provocada por una mordedura de un animal.
La madre de Gardendale, Alabama, salió un momento de casa cuando llamó a su pareja por teléfono para informar que ya iba de camino y escuchó de fondo un grito aterrador.
Su hijo Lucas, de 1 año, había tenido un pequeño accidente mientras jugaba en el patio de la vivienda. En los 10 minutos que la mujer declara haber demorado camino a casa, los labios de Lucas se hincharon de forma increíble y el menor no paraba de llorar. Inmediatamente, Christin lo subió al auto y condujo hasta el hospital más cercano.
La mujer sospechaba que algo lo había mordido, sin embargo, no sabía con exactitud qué podía haber sido, por un momento pensó que podía tratarse de alguna víbora pero al llegar al hospital los doctores lo descartaron. Lucas había sido mordido por un insecto que produjo una sustancia tóxica mientras estaba dentro de la boca del niño. El caso empeoró porque el pequeño resultó ser alérgico a las mordidas de insectos, algo que Christin desconocía.
El niño no paró de llorar hasta que los medicamentos surtieron efecto. Los doctores le suministraron dos epishots, morfina y Benadryl. “Gritó todo el camino al hospital, gritó mientras entramos en una habitación y todo el camino hasta que recibió la morfina, luego se tranquilizó”, comentó Christin.
Después de recibir el tratamiento, Lucas debió permanecer un día más en el hospital debido a que su garganta y lengua estaban todavía hinchadas. Durante este tiempo el bebé no podía comer ni beber sin sentir dolor. “Quería algo de beber porque su boca estaba muy seca. Así que cada vez que le daba algo de beber, se enojaba mucho, porque no podía llevársela a la boca por el dolor que sentía”, indicó la madre.
Luego de la horrible experiencia, la mujer decidió compartir su historia para advertir a otros padres sobre el cuidado constante a sus hijos. “El primer instinto de un bebé es meterse algo en la boca y Lucas es muy rápido. Sé que los padres no pueden vigilar a sus hijos con 10 pares de ojos y sé lo rápido que son, sin embargo, necesitan cuidarlos de los insectos”, comentó Christin.
Ya el pequeño Lucas está de nuevo en casa, y su madre sabe exactamente que el niño no debe ser expuesto a la mordedura de insectos.
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