Katie Crowder, una madre adicta a la cocaína, quemó a su hija de 18 meses con agua hirviendo hasta dejarla sin vida.
La niña estuvo al menos una hora sin recibir ayuda de su progenitora y falleció poco después de ser llevada al hospital debido a las quemaduras profundas que sufría en el 70% de su cuerpo, según publicó el Daily Mail, que está siguiendo el juicio contra Crowder.
Crowder, de 27 años de edad, es acusada de asesinar a la niña exponiéndola a agua caliente en su casa de Mansfield y de no auxiliarla antes de llevarla a la casa de sus padres en la misma calle.
“Puede estar segura de que Gracie Crowder fue asesinada por un acto deliberado e ilegal de su madre”, aseguró la fiscal Sally Howe, que preguntó a la acusada qué había pasado y ésta le contestó: “No lo sé, la encontré así”.
Howes también le dijo al jurado que habían encontrado gran cantidad de cocaína en la sangre de Crowder cuatro horas después del incidente, por lo que estaba claro que la acusada se había drogado antes de la muerte de Gracie.
En el juicio se aseguró que la acusada había hecho comentarios sobre su hija en el pasado, diciendo: “Necesito llevarla a la guardería, nunca tengo tiempo para mi”.
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