Aarón tenía dos años de edad cuando su padrastro le golpeó en la cabeza hasta causarle la muerte por hacerse pipí en la cama.
La madre asegura que “cada quien tiene su forma de educar” y resta culpabilidad del hombre.
El hecho ocurrió en Elche (Alicante, España), donde vivía la pareja junto al niño fruto de una relación anterior de la mujer, cuando desde el hospital al que habían llevado al menor, inconsciente y con varias lesiones, informaron a la policía.
“Fui a levantar al niño, se había hecho pipí. Le dije que eso no se hacía y fui a buscarle agua. Cuando regresé, se había vuelto a orinar. Entonces le di unas nalgadas y luego perdí la razón y le di en la cabeza. Él hizo un gesto y dejó de respirar”, fue la declaración de José Antonio Pérez, de 25 años de edad, ante los oficiales.
José Antonio Pérez y Cristina Jiménez fueron detenidos en el hospital al que le habían trasladado, y allí dieron tres versiones de lo ocurrido: que se había caído, después que unos encapuchados le habían secuestrado y luego que le habían pegado otros niños. Tantos cambios en la historia hicieron sospechar al personal.
Al llegar la Policía, el detenido reconoció que no era la primera vez que le pegaba a Aarón, no obstante, indicó que “las otras veces fueron menos intensas”.
No obstante, el hombre como la mujer intentaron restar importancia a lo sucedido desde el primer instante. “Cristina comenta que ella no sabe educar al niño, me lo deja a mí y mi forma de educar es dando palizas”, confesó el asesino. También, dijo en su declaración que habían comportamientos del niño que merecían un castigo físico.
La madre, intentó convencer a los oficiales de que no trataran a “José” como un maltratador porque “es buena persona, solo que tiene su forma de educar”.
Cristina Jiménez apuntaba en todo momento a la mala conducta del niño: “es un bebé muy inquieto y se cae mucho. A mí se me sube a la espalda, la manera de educar de José es darle alguna nalgada y agarrarlo del brazo, pero sería incapaz de hacerle daño, lo quiere mucho, creo que lo que pasó es que ese día a José se le fue la mano”.
Aarón falleció horas más tarde en el centro médico. Durante ese lapso de tiempo, los policías que acudieron y el personal sanitario han asegurado a la jueza que les sorprendió la “frialdad” de la madre. “Estaba muy tranquila, se mantuvo al lado de su pareja, le agarró la mano y le dio un beso”, ha informado uno de los agentes.
Las mismas fuentes indican que la mujer trató, incluso, de renunciar a la custodia del menor: “Dijo que no se sentía capaz para cuidar al niño, que otro se hiciera cargo, porque ella quería renunciar a él”.
La pareja deberá responder ahora ante la Justicia y frente al padre biológico del niño, Félix Gálvez, quien se ha presentado como acusación representado por el abogado Marcos García Montes.
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