Billie Ward es una joven de 22 años que se convirtió en madre de una forma extraña.
Ella sabía que estaba esperando un bebé pero los médicos le aseguraron que el pequeño nacería después de la fecha en la que cumpliría los 9 meses de gestación. Pero, la experiencia de Billie fue muy diferente a lo que cualquier persona le hubiese anunciado y quiere dar a conocer su historia para recordar a todas las madres la importancia de escuchar su cuerpo.
“Escuchen su cuerpo. Es algo abrumador pero nadie sabrá lidiar con la situación mejor que nuestro cuerpo”, dijo Billie. Billie había hecho planes para acudir al hospital en febrero, pero a mediados de diciembre cumplía los 9 meses. Cuando llegó el día, ella no le dio mucha importancia pero sí llegó a sentir una urgente necesidad de ir al baño en la madrugada.
“No sabía lo que estaba sucediendo. Jamás había tenido un bebé”, dijo Billie. Pensó que se trataría de algo normal como ir a hacer del ‘número 2’, pero después de unos minutos empezó a sospechar que algo no iba bien y llamó a Emergencias.
“Vas a tener que salir del excusado porque no creo que vayas a hacer tus necesidades”, le advirtió el encargado de recibir su llamado en Emergencias. La chica no se había dado cuenta de que realmente lo que estaba sintiendo eran contracciones. Su madre y su marido se despertaron alarmados y la apoyaron en todo momento, pero nadie comprendía lo que estaba sucediendo.
“Mi madre empezó a tomar muchas fotos hasta que pensé: ‘Dios mío. Esto no es ir al baño. Estoy teniendo una bebé’”, recordó Billie. Billie no había roto aguas y cuando empezó a pujar su madre sentía algo extraño que no parecía ser la cabeza de la bebé.
La pequeña Arete nació. Se encontraba todavía en su saco amniótico lo cual explicaba que su madre no rompiera aguas. Cuando comprobaron que la bebé se encontraba sana y salva, la agotada madre se sintió aliviada y feliz.
“Fue la experiencia más hermosa de mi vida”, dijo Billie. Luego llegó una ambulancia y la trasladaron a un hospital. Se encontraba en buen estado de salud así que le tomaron algunos puntos y le dieron de alta ese mismo día.
El esposo de Billie no entendía lo que había ocurrido. La bebé nació en menos de 10 minutos y en el baño de su casa. Gracias a las instrucciones de los paramédicos supieron qué hacer.
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