Una bailarina que recibió una cantidad masiva de malos comentarios en las redes sociales después de que dejó de afeitarse habló y alentó a otras mujeres a seguir su ejemplo.
Como explicó Macey Duff, ella “comenzó a afeitarse alrededor de los 10 años” simplemente porque eso era lo que todos a su alrededor hacían.
No fue hasta que la mujer de 19 años se mudó a Hawai que su percepción del tema del vello corporal cambió para siempre.
El cambio ocurrió cuando Macey y su hermana Ally notaron a una mujer en traje de baño que mostraba sus piernas y axilas peludas sin vergüenza.
“Me sentí empoderado al escucharlo, aunque lo presencié personalmente. Vi a una mujer en Insta poco después y tenía una foto de sí misma con el pelo de la pierna oscuro”, recordó Macey.
“Mi mundo cambió cuando fui testigo de una mujer con vello corporal por primera vez. Ni siquiera podía describir el alivio que sentí al saber que había mujeres desafiando los estándares establecidos para ser llamadas “hermosas” y “sexys”, o incluso “dignas”.
Poco después de su primer encuentro con una mujer peluda, Macey y Ally decidieron dejar de afeitarse y aceptar sus cuerpos tal como son.
“Levantar mis axilas en público al principio fue aterrador. Fue incómodo durante las primeras semanas, pero apenas puedo recordar ese período porque ahora mi vello es largo y suave”, explicó Macey.
“Pero pude superar esa etapa de picazón. Con cada nuevo día mi vello comenzó a suavizarse. Creé una conexión muy personal con mi propio cuerpo. Sentí esta intensa conciencia porque ya no me sentía insensible a la atmósfera que me rodea”.
A pesar de las críticas que recibieron en redes, las dos hermanas continuaron alentando a las personas a su alrededor y a las personas en Internet a seguir su ejemplo.
“Mi familia me apoyó mucho, mis dos hermanas y yo dejamos de afeitarnos y mi madre finalmente se inspiró para dejar de afeitarse las axilas”, dijo Macey.
“Muchos amigos también siguieron nuestros pasos”.
Lamentablemente, muchas personas se han estado burlando de la bailarina por su aspecto peludo, a veces van tan lejos como para señalarla con sus dedos y llamarla “fea”.
Sin embargo, para Macey, la vida ha cambiado para mejor, y finalmente se siente cómoda en su propio cuerpo.
¿Qué piensas de esta historia? ¿Te animarías a no afeitarte o a aceptar tal como son a las mujeres?
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