Las baterías de nuestros celulares normalmente suelen andar de forma excelente durante los primeros meses de uso, pero luego, al pasar un tiempo, no llegan con vida hasta al final del día.
En parte tenemos la culpa, ya que no los cargamos como corresponde.
Muchos de nosotros pensamos que cargarlo durante un período muy corto puede llegar a causarle un daño a la batería, y que es mejor conectarlo cuando ya está prácticamente sin carga. Esto es incorrecto.
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Las baterías de litio en nuestros smartphones sufren de “estrés”.
Al igual que los humanos, un estrés constante puede causar un daño a largo plazo.
Las baterías de celular tienen una vida útil y, con el uso que se les da a los equipos, esta va disminuyendo.
Cuando un celular se carga, la batería se debe utilizar hasta que se acabe, por lo que el usuario tiene acceso a toda la energía almacenada. Cada vez que esto sucede se cumple un ciclo y algunas baterías Li-ion solo llegan a los 500 ciclos.
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Al cargar tu celular, cuando llega al 100%, desconéctalo, sería como relajar los músculos luego de hacer ejercicio.
Igualmente, intenta no cargarlo por completo, ya que un alto voltaje estresa la batería.
Esto parecería ir en contra de la necesidad de tener el celular con vida todo el día, pero si lo conectas cada vez que puedas vas a notar que aunque no está del todo cargado, la batería durará hasta la noche de todas maneras.
Cargar tu celular cuando tiene 10% de batería es el mejor escenario posible, igualmente esto no es práctico para la mayoría de las personas, por eso aconsejan cargarla varias veces al día.
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Otro consejo es mantener el celular en temperaturas frías.
Las baterías son muy sensibles al calor, si estás al aire libre y el sol está muy fuerte, cubre tu celular para que no quede expuesto.