Olive Oatman nació en Illinois, Estados Unidos, en el año 1837, fue el fruto de la unión de una familia mormona que emigró a California cuando la chica cumplió 14 años.
Estaban en el cuarto día de viaje, cuando la carreta por la que viajaban fue asaltada por nativos americanos que asesinaron a sus padres y a cuatro de sus hermanos.
Lorenzo, el hermano de Olive de 15 años de edad, fue dejado en la carretera, agonizando. Ella y su hermana menor de siete años llamada Mary Ann, fueron raptadas para ser vendidas como esclavas.
Un grupo de la tribu Mojave compró a las jóvenes, a cambio de caballos. Las niñas fueron adoptadas por un jefe tribal, que decidió tatuarles el rostro y los brazos con la tradicional tinta azul que empleaba su tribu para identificar a sus miembros en el Valle de la muerte.
Ellas no fueron consideradas como esclavas, sino forasteras que pasaron a formar parte de los Mojave. Olive fue bautizada como Oach y recibió el nombre de Spantsa, lo que significaba que era activa sexualmente.
Su hermana pequeña Mary Ann perdió la vida en el año 1855, durante una terrible sequía que diezmó a la tribu por falta de alimentos. Los rumores de que existían mujeres blancas conviviendo entre salvajes mojaves comenzaron a extenderse entre la comunidad angloparlante. Así fue cuando Olive con 19 años, luego de muchas negociaciones por parte del ejército norteamericano, fue llevada al Fuerte Yuma.
Días más tarde, se reunió con su hermano Lorenzo, a quien creía muerto desde el trágico asalto a la carreta familiar. Luego, la chica reveló que en muchas oportunidades prefirió ocultarse de los hombres blancos para no regresar a la civilización. También, declaró que nunca fue abusada sexualmente por los nativos americanos y que siempre fue tratada dignamente.
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