Personas con problemas de adicción y traficantes agudizan estos días el ingenio para sortear la prohibición de circular y hacer pases de droga
Así, hay adictos que estos días se dan por vencidos y vuelven a llamar al camello que les suministraba.
«Éstos también tienen un problema. La gente que vendía en casa, ahora evita el trasiego porque alarma a los vecinos, que ahora siempre estarán en casa. Por eso, o deja subir a poca gente o, aunque sea complicado, siempre preferirán quedar en la calle», explica un veterano agente de Estupefacientes.
Quedan en verse en el supermercado, paseando al perro, pasan por delante del portal del traficante y éste baja a dárselo o tiran de envíos de paquetería entre particulares.point 407 |
«Los riders de Glovo están a tope estos días haciendo de mulas sin saberlo», asegura este agente, a pesar de los controles internos que puso la empresa por la opción «Lo que sea» de la aplicación, donde se pueden enviar paquetes entre particulares.point 214 |
«El que menudea mucho no puede tirar de este recurso porque sabe que puede estar vigilado y es muy indiscreto tener al de Glovo todos los días en la puerta de tu casa».point 143 | 1
Pero el caso que contaremos a continuación ha sido uno de los más sonados: un hombre que fingía repartir comida a domicilio cuando, en realidad, su verdadero fin era otro.
Los agentes de policía vieron a un joven en bicicleta que parecía ser de una empresa de reparto de comida y decidieron pararlo por su actitud esquiva y nerviosa. La sorpresa fue que, cuando miraron dentro de su mochila, descubrieron que dentro llevaba unos paquetes envueltos en papel de aluminio cuyo olor hacía que no fuese ni siquiera necesario abrirlo para saber lo que había dentro.
El repartidor en cuestión llevaba 900 gramos de hierba y 575 euros en efectivo, con lo cual fue arrestado y llevado a comisaría.
Todo esto resulta un poco absurdo ya que, para la gente joven, seguramente sea mucho peor terminar con una sobredosis que con coronavirus, pero las adicciones son de esos problemas que no se frenan con una cuarentena.
Esto ha estado pasando con mayor frecuencia en España y empiezan a imitarlo en otros países.