Algunos adolescentes son vulnerables a desarrollar adicción por los juegos de video dedicando la mayor parte del tiempo a esa práctica incluso cuando implica sacrificar las necesidades básicas.
Tal es el caso de Carlitos García, un niño de 13 años de edad, de Filipinas que puede pasar 48 horas frente al ordenador jugando “Rules of Survival”, un juego de Battle Royale. El menor se rehúsa a alejarse de la pantalla, su madre, Lilybeth Marvel, de 37 años, se grabó mientras intentaba alimentar a su hijo cuando él jugaba sesiones de 48 horas en un locutorio.
Debido a la adicción que padece tuvieron que retirarlo de la escuela, la madre cuenta que hace dos años se mostró preocupada porque su hijo empezó a permanecer muchas horas en un cibercafé, un establecimiento que ofrece el servicio de alquiler de ordenadores, en Nueva Écija, Filipinas.
“Mi marido y yo decidimos que primero debía dejar de estudiar debido a su adicción, ahora estamos haciendo lo posible por manejar la situación, pero es complicado”, afirmó la madre. En las escenas del video se ve cómo la madre persuade al niño para que coma, él se agita y no logra sacar ni los ojos de la pantalla ni las manos del teclado.
En la grabación se escucha a la madre lamentarse: “Mi pobre hijo, aquí come ahora. Tienes tanto dinero que podrías tardar hasta mañana en llegar a casa, ¿todavía necesitas orinar? Dios mío, solo siento pena por mi hijo”, dijo Lilybeth.
Admite que está muy preocupada por su hijo por el ayuno prolongado que hace. Ella le pregunta si quiere tomarse las vitaminas que le envió su abuela ante la angustia de que sufra problemas de desnutrición.
Lilybeth es fisioterapeuta y su marido es guardia de seguridad, desde que el caso de su hijo se ha hecho público han recibido miles de comentarios de usuarios en redes. El video en el que se ve cómo alimenta a su hijo ha generado gran polémica, la madre de Carlos explicó que se traslada con la comida hasta el establecimiento donde juega el niño, porque intenta darle un enfoque diferente a la situación.
“Trato de hacerle sentir que pase lo que pase en su vida, soy su madre que lo ama y lo cuida”, dijo Lilybeth. Añadió que prohibirle los juegos y expresarle su rechazo no funcionó y que encontraría la forma de acercarse a él.
En casa prohibió las consolas de video juegos, pero cuenta que el niño se escapaba a un establecimiento donde pudiera seguir con su adicción. Muchos cuestionan la actitud de la madre, y cómo el menor tiene dinero suficiente para pagar tantas horas por el alquiler de un ordenador para jugar.
Deja tu opinión sobre el caso, y compártelo con todos.