Una abuela, cuya hija nació sin un útero, le ha dado el mejor regalo al ser el vientre sustituto.
Cuando Tracey Smith fue diagnosticada con el Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), la mujer de 31 años temía que no pudiera ser madre.
Pero la madre de Smith, de 55 años, Emma Miles, se adelantó para ayudar a su hija, ofreciéndole llevar a su hijo en su propio vientre.
Smith usó la FIV con su esposo Adam, de 40 años, para producir un embrión que luego se implantó en Miles.
Sin embargo, no fue tan simple. Miles tuvo que tomar hormonas para iniciar y subir al peso requerido.
Y aunque las madres mayores enfrentan un riesgo severo de preeclampsia, una condición que puede quitarle la vida a la madre y al bebé, Miles, una trabajadora de un supermercado, estaba desesperada por ayudar a su hija.
Afortunadamente, no pasó nada malo y la familia dio la bienvenida a su nueva incorporación el 16 de enero. Miles dio a luz a un bebé sano a través de una cesárea.
“Descubrir que Tracey no podía tener hijos fue desgarrador para mí”, dijo Miles, quien también es madre de Nicola, de 24 años.
Cuando tuve la oportunidad justo después de su diagnóstico, recuerdo sentarme en su cama y decir: “Estoy aquí si me necesitas”.
“A pesar de mi edad, no estaba preocupado por dar a luz en absoluto. Todo mi enfoque se ha centrado en hacer esto para mi hija”.
“No siento más apego a mi nueva nieta que ninguna otra abuela orgullosa. Tracey es mi bebé y lo hice todo para que ella sea madre”.
“Ahora estoy contenta de volver al trabajo y a la normalidad. Pero me he ofrecido a hacerlo todo de nuevo si alguna vez quieren un hermano o hermana para la niña”.
Ahora Miles es una de las madres sustitutas más antiguas del Reino Unido.
“Cada momento de angustia valió la pena solo por tener a nuestra pequeña brazos. Estoy muy agradecida con mamá por su increíble regalo para nosotros”, dijo Smith.
Cuando Smith no tuvo su período a la edad de 15 años, los escáneres revelaron que ella nació sin un útero. Pero todavía tenía trompas de Falopio y ovarios en funcionamiento.
Smith fue diagnosticado con MRKH, una condición en la cual el útero y la vagina están subdesarrollados o totalmente ausentes. Los médicos le dijeron a Smith que nunca llevaría a su propio hijo ya que la rara condición era incurable.
Miles dijo en ese momento que haría todo lo posible para ayudar a su hija. Pero no fue hasta 15 años después cuando Smith aceptó su oferta.
“Cuando me diagnosticaron, volcó mi mundo al revés. Me rompió el corazón la idea de que no llevaría a mi propio hijo”, dijo Smith.
“Siempre supe que quería ser madre, incluso a los 15”.
“Inmediatamente después de mi diagnóstico, mamá hizo una oferta para ayudarme en cualquier cosa que pudiera hacerse. Sabía que quería decir que algún día llevaría a mi hijo por mí”.
“A lo largo de los años, lo mencionó de pasada, pero en realidad nunca hicimos un plan firme. Fue solo después de que conocí a Adam y nos comprometimos que volvió el tema de los niños”.
Inicialmente, la pareja decidió usar una agencia de subrogación, pero abandonó la idea debido a las leyes “desactualizadas” del país.
“La ley en este país otorga a la madre sustituta, y a su esposo si tiene uno, todos los derechos de los padres desde el nacimiento y eso se sentía como un gran riesgo”, dijo Smith.
Fue cuando Smith le preguntó a su madre si hablaba en serio para ayudarla.
“Recordé la promesa que me hizo mamá”, dijo Smith. “Entonces, la próxima vez que nos encontramos, le pregunté si había tomado en serio la idea de llevar a nuestro bebé”.
“Estaba encantada cuando ella respondió: “Por supuesto que sí “. Ella solo esperaba que yo le preguntara”.
Finalmente, llegó el día en que Miles dio a luz con éxito en el primer intento. “Adam y yo pudimos quedarnos al lado de mamá cuando Evie vino al mundo”, dijo Smith.
“Fue un momento emocional increíble. Estaba tan nerviosa que todo iría bien para mamá y para la llegada segura de nuestro bebé”.