Tener la piel limpia de impurezas es muy importante, aunque muchas veces no hay tiempo para mantenerla en condiciones idóneas o a veces el dinero para un tratamiento profesional.
En estos casos, la mejor alternativa son los remedios caseros y naturales.
La manera más efectiva de deshacerte de las molestas impurezas que se van acumulando con factores como el medio ambiente o el maquillaje es por medio de una estupenda mascarilla que consiste en tres ingredientes: agar, leche y miel.
El agar-agar es un tipo de alga que contiene una elevada concentración de yodo, calcio, magnesio y hierro, su efecto hidratante y absorbente de toxinas hace que la piel quede libre de grasas e impurezas.
Además del agar-agar que ayuda a eliminar marcas en la piel producidas por la irritación, la leche nutre intensamente porque contienen proteínas hidratantes y lípidos que limpian la piel. La leche es también rica en calcio, potasio y vitaminas B, E y A, esenciales en el cuidado del rostro.
Si deseas aumentar la acción nutriente y además regenerativa en esta mascarilla, puedes añadir un poco de miel que también dará suavidad a tu piel.
Para realizar esta mascarilla necesitarás:
3 cucharadas de leche
1 cucharada de agar-agar
1 cucharadita de miel.
El procedimiento es muy sencillo, únicamente tienes que tener un recipiente pequeño bien limpio, mezclar la leche y el agar-agar para ponerlos a hervir a temperatura baja en el microondas o en baño María, con esto lograrás deshacer el contenido evitando grumos. Es importante no dejar hervir la mezcla y al final agregar la cucharadita de miel para revolver todo.
Si deseas resultados mejores, previamente exfolia tu piel quitando las impurezas con un paño o loción astringente, después de este proceso, realiza un baño de vapor facial para dilatar tus poros y así poder limpiar la piel profundamente.
Al realizarte la vaporización facial permitirás que la mezcla de tu mascarilla se enfríe un poco y es momento de aplicarla, sobre todo en la zona “T” que abarca la frente, nariz y la barbilla.
Coloca una capa de la mascarilla y al poco tiempo de secar pon otra capa más encima de la anterior. Debes dejar que seque por completo para poder retirar. Finalmente lava con agua abundante.
Descubrirás que tu piel luce limpia y fresca, además eliminarás los brillos y excesos de grasa. Resultará tan impresionante que vas a querer compartir esta receta con todos tus amigos.
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