Una estudiante australiana de 23 años se encontraba en plena celebración de Navidad con su familia cuando comenzó a sentiré mal.

Lily O´Connell presentaba síntomas parecidos a una gripa, pero en tan solo unas horas, empezó a sentirse realmente mal, su estado iba empeorando y su situación era crítica.

Parecía una pesadilla para Lily, comenzó a tener rigidez en el cuello, vómitos y al principio una erupción en el rostro que se fue extendiendo a todo el cuerpo. Su madre comenzó a preocuparse mucho, sabía que tenía que atender esto inmediatamente.

El hospital se encontraba cerca, los médicos la estabilizaron con antibióticos, Lily se dio cuenta que recibió ayuda a tiempo pues lo que estaba presentando era la enfermedad meningocócica W. un padecimiento mortal, a lo cual, la joven afirmó:

“Tuve suerte porque vivo a tres minutos del hospital, los médicos me dijeron que con 30 minutos más, la enfermedad hubiera sido fatal”.

Esta grave enfermedad ocasiona daños permanentes, por este motivo, los órganos suprarrenales y los riñones de Lily están afectados y tuvieron que aplicar una diálisis.  Incluso, su hermana ofreció voluntariamente su riñón para que ella pudiera sobrevivir. Ahora está en espera de este trasplante.

La joven se siente afortunada, a pesar de haber perdido los riñones  a consecuencia de esta enfermedad, pues pudo haber sido mucho peor, en una entrevista señaló:

“He hablado con otras personas que han tenido meningococo y salí con mucha suerte. Debería haber perdido extremidades, debería haber perdido la vida, francamente, pero salí bastante afortunada, para ser sincera”.

¿Cuáles son los síntomas y qué es la enfermedad meningocócica?

Se trata de una enfermedad infecciosa muy grave, causadas por la bacteria llamada “Meningococcus”. Existen varias cepas de esta enfermedad y la que contrajo Lily es una de las más letales.

Meningococcal Australia declaró que, la mayoría de las personas que contraen la enfermedad se recuperan por completo. Sin embargo, 1 de cada 10 personas infectadas muere y 1 de cada 5 pacientes sufre daños permanentes. Estos daños pueden ir desde la insuficiencia hepática y renal, hasta la pérdida de la vista, oído, pérdida de extremidades o dificultad para el aprendizaje permanente.

Este último daño, es debido a que la enfermedad afecta al cerebro y la médula espinal, un daño conocido como meningitis, además de una condición en la sangre conocida como septicemia. Hay personas que pueden desarrollar estas dos enfermedades.

Meningitis:

Estos son los síntomas de la meningitis meningocócica:

Fiebre.

Dolor de cabeza.

Sensibilidad a la luz.

Rigidez y dolor en el cuello.

Convulsiones.

Fatiga.

Estos son los síntomas de la septicemia meningocócica:

Septicemia:

Fiebre.

Fatiga.

Resfriado.

Manos y pies fríos.

Vómitos y diarrea.

Aparición de una erupción púrpura que se propaga rápidamente.

Dolores fuertes en los músculos, las articulaciones, el tórax o el abdomen.

Lo más peligroso de esta enfermedad, es que se puede confundir fácilmente con una gripa común o con una infección menos grave. La enfermedad meningocócica puede ser mortal si no se atiende a tiempo. No dejes de buscar en todo momento, la ayuda de un médico si presentas síntomas. La salud es lo más importante.

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