Las siamesas Carmen y Lupita al nacer estuvieron a punto de morir, pero a pesar de los pronósticos, vencieron todos sus obstáculos y ahora son dos jóvenes con un gran espíritu y entusiasmo.
Durante el embarazo de su madre, los médicos le anunciaron que serían mellizas, pero nacieron unidas y los pronósticos no les daban más de unos cuantos meses de vida. A pesar de todo, estas siamesas fueron muy fuertes y lograron sobrevivir.
Las pequeñas no se rindieron y su entereza les hizo sobrevivir, lucharon por sus vidas y se enfrentaron a verdaderos desafíos considerada su complicada situación, a la fecha no se han desanimado.
Cada una de ellas, nació con un par de pulmones, un par de brazos, pero un solo estómago y corazón. También comparten los sistemas circulatorios, reproductivos y el hígado. Otra cosa insólita es que tienen columnas separadas hasta la zona pélvica fusionando sus cuerpos en un par de piernas.
Por el hecho de compartir las piernas, tuvieron que aprender a caminar, incluso pudieron dar sus primeros pasos a la edad de 4 años, una edad muy avanzada debido a la dificultad de hacerse responsables, cada una, de una pierna, fue por esto que tuvieron que coordinarse para balancearse y poder andar correctamente.
Muchos que las han conocido afirman que Carmen y Lupita tienen personalidades muy distintas, pues Carmen es una joven entusiasta y alegre, además de una muy buena estudiante y Lupita se caracteriza por ser un poco más reservada y tímida. A pesar de ser tan diferentes, las dos tienen siempre un espíritu muy optimista.
A muchos les ha sorprendido cuando con muy buen humor, las siamesas responden a una pregunta absurda que les hacen, cuestionándoles si son mellizas y ellas siempre responden que son solamente, primas muy cercanas. Las adolescentes, debido a su condición, tienen una serie de problemas de salud, como en su columna vertebral y dificultad para respirar por la poca capacidad de sus pulmones al compartirlos.
En varias ocasiones, algunos médicos han insistido en que existe la posibilidad de hacer una cirugía para separarlas, pero ellas se han negado, pues es una operación de alto riesgo que podría causarle la muerte a cualquiera de las dos.
De hecho, ellas no pueden concebir su vida separadas, además no quieren correr el riesgo de que alguna falte o mueran las dos. Sus vidas son felices hasta este momento y ahora a sus 16 años, tienen una vida como la de cualquier chica de su edad, asisten a la escuela y tienen amigos que las aprecian.
Sorprendente historia ¿No crees?
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