Viajar siempre implica mucha agitación, planear el trayecto siempre hace que se crucen mil cosas y pendientes en la cabeza, todo son nervios y muchas veces, ansiedad por el hecho de no olvidar algo importante, además de preparar muy bien la maleta.
Ahora imagina viajar con un hijo pequeño, ¡es mucho más complicado! En esta historia que te presentamos hoy, un padre tiene por necesidad que viajar sólo con su pequeño de ocho meses.
Este joven padre tuvo que hacer un vuelo de Chicago a Dallas y su mujer no pudo salir en el mismo vuelo, así que decidieron ambos que su hijo viajaría con él. Y no es que viajar con los pequeños sea algo malo, pero seamos sinceros, siempre es como tirar una moneda al aire, porque nunca sabes cómo reaccionarán ante el viaje, si serán pacientes o si soportarán horas en los espacios tan reducidos de los transportes.
Foto de Huffington Post
Aún más impaciencia cuando los vuelos por diversas causas se retrasan y hacen más pesado el tiempo de espera, precisamente eso fue lo que le sucedió a Evan Hughes, quien además en esos momentos tenía muchas presiones y una carga de trabajo impresionante. Desafortunadamente, su pequeño no tenía la mínima intención de permaneces calmado.
Evan comenzó a desesperar porque su bebé no paraba de llorar, era evidente que se encontraba incómodo, pero su padre no pudo hacer nada para tranquilizarlo.
De pronto una mujer que viajaba al lado de ellos observaba la escena, ya antes el pequeño la había visto y le extendió los brazos, intentó varias veces pero su padre, por no incomodar a la mujer trato de controlar a su bebé. Pero no se esperaban que de pronto, esta adorable mujer le pidió a Evan le dejara al niño en sus brazos.
Lo que sucedió fue algo muy emotivo, pues nada más tomarlo en sus brazos, el pequeñito cayo rendido de sueño recargado en su regazo, la mujer se dirigió a Evan y le pidió que lo dejara ahí, que no se preocupara y que con gusto se encargaría del bebé durante el trayecto.
Claro que a los pocos minutos Evan también cayo rendido y por fin pudo descansar un poco.
Un gesto tan generoso de su parte, muy pocas veces nos encontramos con ese tipo de amabilidad y bondad en la gente desconocida. La imagen del pequeño dormido es encantadora, se puede adivinar que lo que necesitaba era una esencia femenina que lo reconfortara y le diera paz.
¿No te parece encantador? ¡Es una imagen llena de ternura! ¿Qué piensas de la generosidad de esta mujer?
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