A veces, los peores momentos de nuestras vidas pueden llegar a repercutir positivamente en nosotros.
Así ocurrió con Leanne Champ, de 28 años, que descubrió que su marido le era infiel, por lo tanto decidió hacer algo para mejorar su vida en todos los aspectos.
Leanne se casó cuando tenía 21 años, y para poder atender a su nueva familia decidió dejar su trabajo y conseguir uno de medio tiempo, pero el estrés le hizo cambiar sus hábitos alimenticios.
Poco a poco se fue convirtiendo en una cliente frecuente de McDonald’s y dejó de hacer ejercicio.
Ella admite que a pesar de estar al tanto de su aumento de peso, no podía hacer nada para cambiar ya que estaba viviendo un periodo muy doloroso.
“Tenía una dieta poco saludable que consistía en comer muchas bolsas de papas y viajes a McDonald’s todos los días, además, reduje el ejercicio al mínimo”.
Pero todo cambió cuando se enteró que su pareja la engañaba con otra mujer, decidió abandonarlo y dejar atrás un pasado poco saludable.
Fue así como en dos años logró bajar 77 kilos, después de dejar a un lado las comidas “basura”.
“Cuando tenía 21 años, me casé y, debido a compromisos familiares, tuve que dejar el empleo a tiempo completo para comenzar a trabajar a tiempo.
Durante este período estresante en mi vida, recurrí a la comodidad de comer como un mecanismo de defensa.
Aunque no lo reconocería, sabía que el peso se estaba acumulando. Tuve una dieta extremadamente poco saludable que consistía en trabajar e ir diario a comer a McDonalds, y el ejercicio se redujo al mínimo”, contó en una entrevista.
“La próxima vez que salté a la báscula, a la edad de 24 años, pesaba 127 kg, el mayor que había tenido nunca, y sabía que las cosas tenían que cambiar. Dejé mi matrimonio enfermizo e infeliz, uno en el que mi marido estaba teniendo una aventura y decidí que necesitaba centrarme en mi propia felicidad para un cambio”, relató la mujer.
Para Leanne, 18 meses fueron suficientes para perder la mitad de su peso. “Sabía que estaba perdiendo peso a un ritmo saludable, así que a veces cedí a la tentación y las golosinas, lo que me alivió la presión. Físicamente, quería cambiar la forma en que me veía, pero mentalmente también necesitaba cambiar la forma en que me sentía respecto de mí mismo, ya que había tenido un par de años realmente difíciles”, agregó.
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Fotos: Instragram