En Phoenix, Estados Unidos, una mujer llamada Jacqueline Claire Ades fue detenida por agentes de la Policía local de Paradise Valley, con el fin de acabar con una enfermiza relación en la que llegó a enviar unos 500 mensajes por día.
La mujer, además de mandar miles de mensajes de texto, se metió en la casa del hombre del que estaba enamorada y revolvió todo.
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Algunos de los mensajes decían: “No intentes nunca dejarme… Te mataré… No quiero ser una asesina”, “Espero que mueras… judío podrido y sucio”, “Soy como el nuevo Hitler… el hombre era un genio”, y “Oh, lo que haría con tu sangre… me gustaría bañarme en ella”.
En Julio de 2017, el hombre llamó a los agentes para reportar por primera vez el comportamiento de Ades, quien se encontraba estacionada frente a su casa y que le seguía mandando mensajes a pesar de que había dicho que “no quería saber nada más con ella”.
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En abril pasado, la víctima llamó de nuevo a las autoridades alertándoles de que, a través del sistema de vigilancia que había instalado en su casa, podía a ver a la acosadora en el interior de su vivienda.
Cuando los agentes llegaron al domicilio, la mujer estaba tomando una ducha en casa de la víctima y hallaron un enorme cuchillo de carnicero en el asiento del pasajero de su auto.
Debido a esto fue detenida bajo cargos de amenaza, intimidación y acoso, y se presentará ante una corte el próximo martes.
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“Sentí que conocí a mi alma gemela y todo fue de la forma que ocurrió. Pensé que haríamos lo que todos los demás hacen, pero no fue lo que sucedió”, sostuvo Ades.
Luego de acosarlo durante meses, afirmó que nunca intentó causarle daño al sujeto.