Si es que alguna ocasión has sentido un fuerte dolor en la rodilla, seguramente te diste cuenta de que es algo muy incómodo y desagradable, ahora imagina a las personas que tienen que soportar dolor provocado por una lesión o un desgaste de dicha articulación.

Para aquellos que padecen esta condición implica no sólo la molestia sino el hecho de imposibilitar muchas actividades.

Esta es una articulación muy vulnerable pues es común que las personas presenten molestias, esto es preocupante pues cumple una importante función en el cuerpo. Este tipo de afección puede darse en personas de cualquier edad y condición, incluso en algunos estudios hechos recientemente se indica que una de cada cinco personas tiene un problema de rodillas.

Las lesiones o daños van desde un desgaste de ligamentos o un traumatismo así como también existen problemas asociados con enfermedades como la artritis o algunas infecciones. Otras veces cuando el daño es muy serio, se opta por intervenir quirúrgicamente esta articulación.

Estas son algunas causas que originan el dolor en las rodillas:

Artritis reumatoide.

Artritis post-traumática.

Rasgadura del cartílago.

Osteoartritis.

Lesión en los ligamentos.

Pero además de estas causas, es importante recalcar que también hay variantes en el tipo de dolor, pues pueden ser factores externos o internos. Otras de las señales y síntomas que pueden indicar una lesión seria en las rodillas son:

Dificultad para estirar por completamente la pierna.

Enrojecimiento en el área

Rigidez o inflamación.

Inestabilidad.

Crujido o rechinido.

En estos casos es necesario que acudas al médico inmediatamente si sucede que:

Tu rodilla se disloca.

Tienes alguna inflamación grave.

Tienes fiebre y tu rodilla está hinchada.

No puedes soportar peso.

Presentas dificultad para estirar tu pierna.

Observas alguna deformidad o algo raro.

Además de los medicamentos y terapias que te den los doctores puedes procurar:

Elevación de la pierna

Coloca tu  pierna lesionada sobre varias almohadas, con esto facilitarás el flujo correcto de sangre y  reducirás la hinchazón.

Utiliza frío en el área afectada

Puedes usar compresas de hielo o gel frio en el área de inflamación, lo puedes aplicar envuelto en una toalla para que no haga daño a tu piel, además, no lo uses más de 20 minutos para no lastimar nervios en el área.

Descansar

Debes tomarte un tiempo prudente para que la rodilla se reponga y se reduzca la inflamación, de lo contrario podrías dañar seriamente tu rodilla y crear una lesión crónica. Consulta a tu doctor.

Compresión

Este es un método muy eficaz para evitar la acumulación de fluidos en los tejidos. Esto también dará estabilidad a tu rodilla. Debes usar una banda adhesiva que permita la traspiración y que sea cómoda.

Además de estos consejos, recomendamos llevar un estilo de vida saludable y en cualquier problema acudir con tu médico.

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