Los que vieron la película Dirty Dancing sueñan con convertirse en un talentoso bailarín y realizar la exigente pirueta en donde la protagonista queda suspendida en el aire.
Millie Slennett es una bailarina profesional que vive en Australia y pensó que tenía lo necesario para lograr la soñada pirueta. Pero, decidió intentarlo en un mal momento y bajo la influencia del alcohol. El resultado casi la deja sin vida. “No actué como profesional. Estuve tomado un par de copas”, dijo Millie.
Millie y su hermana llevaban un par de semanas compitiendo para ver cuál de ellas lograría primero hacer el movimiento de baile. Generalmente, practicaban en un salón de baile, pero el tema salió a la colación durante una reunión familiar y las cosas se salieron de control.
Estaban bajo el efecto del alcohol así que no tomaron las mejores decisiones. Millie se sintió segura de sí misma y decidió pedirle ayuda a su novio para intentar la pirueta. Parecía que Millie había logrado hacer el conocido paso de baile sin problema. Dio un par de pasos para saltar sobre los brazos de su novio y él la alzó para ayudarla a elevarse.
La joven intentó dar su mejor pose y estiró sus piernas y brazos para imitar a la protagonista de Dirty Dancing. Lo había logrado pero parece que no tenían muy bien preparada la parte que venía después de la pirueta.
“Seguía levantando mis piernas porque quería asegurarme de que quedaran por encima de mi cabeza. Todo cambió como en 0.2 segundos. No me di cuenta de que me estaba cayendo hasta sentir el impacto”, contó Millie.
Tenían que bajar con seguridad para asegurarse de no hacerse daño. Pero eso no fue lo que hizo. Millie levantó sus piernas un poco más de lo debido y terminó cayendo sobre su cuello, una caída de ese estilo puede dejar a alguien paralizado.
“Sabía que un golpe así podía resultar grave. Mi familia se acercó para rodearme y mi madre me sostuvo la cabeza”, dijo Millie. La joven sintió mucho dolor, pero trató de incorporarse y verificó que todavía conservaba el movimiento en sus extremidades. Pero seguía sintiendo dolor que pensó que se había fracturado algunas costillas.
Lo primero que hizo la chica de 25 años fue ver el video para verificar si había logrado hacer la pirueta, unos minutos después notó que el dolor no pasaba y decidieron llamar una ambulancia. Cuando los médicos vieron lo sucedido, quedaron en shock. Era un milagro que Millie no tuviese lesiones graves. Podía haber quedado paralizado o incluso haber perdido la vida.
“Sé que tuve mucha suerte y las cosas podían haber resultado peores”, agradeció Millie. El padre de la bailarina todavía tiene pesadillas y le ha pedido que elimine el video porque le resulta aterrador. Asegura que fue un error haber realizado algo así, pero espera recuperarse lo más pronto posible para continuar con sus actividades de baile.
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