Una mujer falleció repentinamente con 5 meses de embarazo en Brasil justo cuando arribó vestida de novia a la iglesia en donde la esperaba su futuro marido y padre de su bebé.
Jessica Guedes, de 30 años, de Sao Paulo, estaba por casarse con su prometido, el teniente del cuerpo de bomberos Flavio Goncalvez, de 31 años de edad, cuando comenzó a sentir malestares. Un fuerte dolor de cabeza le generó un desmayo antes de bajarse de la limosina frente a la iglesia.
Flavio se inquietó ante la tardanza de Jessica y poco tiempo después un familiar se acercó hasta él para informarle que ella necesitaba de su ayuda en la limosina. El futuro novio corrió hasta donde estaba su amada y de inmediato empezó a darle los primeros auxilios. Después, fue llevada a un centro médico y por la gravedad de su salud fue llevada al hospital.
“Bebé, estoy aquí”, recuerda Flavio que le dijo a Jessica, mientras ella intentaba tranquilizarlo y le decía que tenía un dolor fuerte en la nuca. Cuando la mujer fue llevaba al hospital, sufrió un derrame cerebral y los médicos decidieron realizar una cesárea de emergencia para extirpar el útero y salvar a la bebé.
La niña, que lleva por nombre Sophia, nació a las 29 semanas de gestación, pesando 940 gramos y midiendo 34 centímetros. Los doctores informaron a la familia que la bebé nació con buen estado de salud. El informe médico indica que Jessica tuvo la muerte cerebral por complicaciones del embarazo, como preeclamsia y sangrado interno.