El sábado pasado, en la feria funeraria de Amsterdam un hombre presentó una controversial cápsula para suicidios que permite a su ocupante suicidarse con solo apretar un botón.
Lo llamaron “Sarco”, abreviatura de sarcófago, y explicaron que la máquina fue impresa en 3D por el activista australiano de eutanasia Philip Nitschke y el diseñador holandés Alexander Bannin.
Yahoo/FB
“La persona que quiere morir presiona el botón y la cápsula se llena de nitrógeno. Se sentirá un poco mareado, pero luego perderá rápidamente la conciencia y morirá”, indicó Nitschke, a quien le pusieron el apodo de “Dr. Muerte”.
Los inventores la probaron por primera vez de forma pública el sábado pasado.
Philip Nitschke – (Jasper Juinen / AFP)
Explicaron que nadie fue sacrificado durante estas pruebas, pero los visitantes podían apreciar cómo es colocarse dentro de la máquina y visualizar qué será lo que sus ojos verán durante los últimos instantes de su vida. Quienes deseaban vivir esta experiencia debían ponerse un casco de realidad virtual.
Antes de acudir a la eutanasia, la persona deberá pasar previamente un test en línea para demostrar que se encuentra en su sano juicio y busca la muerte por su propia voluntad.
Luego, recibirá un código de cuatro caracteres válido durante 24 horas. Después de haber tecleado este código, se desbloqueará un botón especial que activará el procedimiento.
Los visitantes podían vivir esta experiencia con las gafas de realidad virtual “para ver si ese podría ser el fin de vida preferible para ellos”.
Las gafas permiten elegir entre un paisaje alpino y la vista al mar para contextualizar el último momento.
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